Reflexiones a propósito de bloguerismo joven

Mirando proyectos de jóvenes blogueros, como el de la periodista con una sonrisa capaz de iluminar el mundo, como la de Shira Abreu, y que está destinado a facilitar pareja de pedigree a quienes deseen encatar sus mascotas caninas, o el del más hermoso ejemplo de proyecto colectivo bien escrito y mejor diseñado Ahíequeprende, que acaba de cumplir su aniversario, me han surgido unas reflexiones tan cruciales que me permito compartir con todos ustedes.

¿Fuera posible lograr que la blogsfera sea una poderosa fuerza de servicio social?

¿Existe alguna posibilidad de que hiciéramos conciencia del poder extraordinario de comunicación que tenemos en nuestras manos y comencemos a mirar más allá de lo inmediato, de los previsible, de lo obvio, de lo coyuntural, por encima de las circunstanciales y veleidosas diferencias del momento presente.

Fuera posible que el ego ceda paso al servicio y al auténtico amor por lo colectivo?

¿Fuera posible que nos pudiéramos ver en el ejemplo de jóvenes blogueros que, en cada jornada, nos muestran el camino?

¿Nos hemos dado cuenta del poderoso mensaje de esos jóvenes blogueros que han tenido el acierto utilizar la blogosfera con un sentido de servicio, más allá de toda dilectancia ya insustancial, ya justificada?

El llamado silente que nos hacen estos muchachos y muchachos, con esa llama poderosa en su alma que es el haber abrazado una profesión que hace de la comunicación una razón de vida en el servicio, está ahí, como un desafío para nosotros, los ya no tan jóvenes, los que nos dejamos llevar del ego y el sentido de importancia propia, del conflicto fácil, de la sinrazón del guerrillerismo digital en que yo mismo, más de una vez, he caído.

Creo que Shira y Luijo, Paolah, Andiel o Gloria, desde su trayectoria tan ejemplar como desafiante, nos están mostrando un camino. Nos están pidiendo que, salvando las diferencias de edad, nos fijemos en su madurez comunicacional, y les sigamos.

Llamo a la reconciliación.

Pido el reencuentro.

Presento más excusas a quien pudiera haber lastimado.

Estoy retirando de mi blog, todo lo ofensivo que he escrito.

Mir4emos adelante.

Si buscamos personas perfectas, de lado y lado, sabremos que estamos solos, en la más dramática concepción de la soledad.

Todos, absolutamente todos, tenemos virtudes y defectos.

Todos somos suceptibles de hacer mejor nuestro papel. En las altas y en las bajas.

Los jóvenes blogueros nos miran para que nos pongamos a su altura.

Es el mejor homenaje que podríamos ofrecerles a Shira y al notable grupo de autores de la Pontificia.

La foto de la sonrisa de Shira es cortesía del fotógrafo más delicado y servicial de El Nacional, Guillermo Burgos.