Vi anoche "Angeles y Demonios"

Se trata de triller intensísimo.Una vez que comienza, el discurso del filme te clava al asiento. Se recomienda ir al baño antes de sentarse. No podrá hacerlo luego de los dos primeros minutos hasta el final, planificado para sorprender hasta el más acústico de los espectadores.

Esta producción técnicamente es impecable, aun cuando los críticos experimentados la considerarán como material propio de hoguera.
La polémica con sectores católicos que la han objetado, con todo su derecho, lo que le incrementa es su potencial comercial.

Los católicos podemos ir a verla. No perderemos nuestra fe por la fantasía de evidente intención mercantil y de evasión de una película que está abriendo el acento veraniego de la presente temporada.

Ningún católico dejará de serlo por verla. Mírela y disfrute de una experiencia fílmica con una tremenda fuerza de absorción. Le aseguró que no perderá su fe.

Foto: Sony Pictures. El Rodaje.

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Marcando el paso hacia el verano cinematográfico, llega mañana jueves a las pantallas de cine Ángeles y Demonios, dirigida por el experimentado y efectivo Ron Howard, protagonizada por Tom Hanks, Ewan McGregor y guión original de Akiva Goldsman y David Corp, una producción de Brian Grazer, Ron Howard y John Calley.

La película va directo a la acción que ofrece. Desde su primera escena, el planteamiento es claro: El experto profesor en temas religiosos de la Universidad de Harvard, Robert Langdom, es requerido con urgencia para colaborar ante una conspiración en marcha por parte de una secta milenaria que amenaza la existencia del Vaticano, incluyendo la vida de los cuatro cardenales más populares, el resto del Colegio Cardenalicio y todos los fieles en la Plaza de San Pedro.


La película, vista dentro de la fantasía que implica, gustará al público común y corriente aun cuando la crítica especializada, con todo su derecho seguirá objetando sus características catastróficas, mientras que algunos sectores de la Iglesia Católica objetarán el uso del tema vaticano vinculado a dimensiones que cuestionan los pasos dados por la propia institución cristiana a lo largo de su historia y el objetivo, evidentemente comercial de la producción.
Los principales atributos técnicos se refieren a su fotografía impecable y que juega con los claroscuros para dar la atmósfera de mega-conspiración, el manejo incesante de la cámara, la destreza en la dirección de las escenas de acción, la capacidad histriónica de sus principales protagonistas y sobre todo, la música que cumple un papel fundamental en el desarrollo de la historia.
Vista desde la lógica Vaticana, la película tiene errores históricos y distorsiones que han disgustado, con toda razón a la Iglesia Católica, pese a lo cual entre sus millones de quienes la han visto como espectáculo, están los cineastas católicos. Como tema altamente sensible, la producción se disfruta mucho más como cinta de acción bien lograda que como elemento de reflexión para cuestionar el catolicismo de cada quien.


La producción no cuenta con la fuerza científica para hacer que ni un solo católico deje de respetar su Santa Iglesia, por lo cual la polémica en torno a la cinta se revierte únicamente en promoción que incrementa la venta de entradas.
Se recomienda verla con ese grano de sal: como espectáculo de evasión.


Lo que plantea es imposible que ocurra, pero ese es uno de los papeles del cine.
La argumentación emociona al público, le impide ir dos minutos al baño, clava a la gente en sus asientos y evidencia una fuerza atrayente que tienen pocas de las películas actualmente en cartelera.


Es previsible que los críticos cinematográficos de verdad (nosotros somos comentaristas de cine) le entren de a duro, pero ni siquiera por el tema de fe vinculado a las acciones de los “Iluminati”, la tensa y conflictiva relación de antaño entre ciencia y cúpula de la Iglesia, los mismos errores cometidos por los Papados del pasado medioeval (reconocidos modernamente como tales), sino por sus mercantiles concesiones al afán de taquilla al llevar las acciones mucho más allá de un triller de características comerciales, pero lo más probable que es esas reflexiones, basadas en el conocimiento del lenguaje del cine y expresadas con sinceridad, lo que provoquen sea una mayor afluencia del público en las filas frente a la taquilla, estimulada por la fuerza de venta del “boca a boca” a partir de quienes, desde mañana, acudan a ver Ángeles y Demonios.

Sinopsis


A medida que el experto profesor en temas religiosos de la Universidad de Harvard, Robert Langdom, comienza a descubrir evidencias del resurgimiento de una secreta y antigua hermandad conocida como los Illuminati –la organización clandestina más poderosa de la Historia–, comienza a comprender también que deberá enfrentarse a la mortífera amenaza que suponen para su enemigo más ferviente: la Iglesia Católica.Es por eso que Langdom, al saber que los Illuminati han colocado una bomba en el Vaticano, Langdom decide viajar a Roma, donde se aliará con Vittoria Vetra, una bella y enigmática científica italiana.

Embarcados en una interminable y arriesgada búsqueda a través de criptas selladas, peligrosas catacumbas y catedrales desiertas, llegando incluso al corazón de la cámara acorazada más secreta de la Tierra, Langdom y Vetra seguirán el rastro de símbolos con más de 400 años de antigüedad, los cuales marcan la única esperanza del Vaticano para su supervivencia.De mano del mismo equipo que estuvo detrás del fenómeno global “El Código Da Vinci” llega el adelanto de Ángeles y Demonios, la película basada en el best-seller de Dan Brown. Tom Hanks encarna de nuevo a Robert Langdom, el experto profesor en temas religiosos de la Universidad de Harvard. En esta ocasión, Langdom descubrirá nuevas fuerzas con antiguos orígenes, dispuestas a todo, incluso al asesinato, para conseguir sus objetivos.Ron Howard repite como director en esta película producida por Brian Grazer, John Calley y el propio Ron Howard. El guión es obra de Akiva Goldsman y David Koepp.

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1 Comentarios

Laura E. ha dicho que…
Pues yo soy católica, pero tomando en cuenta la gran libertad que tengo como hija de DIos de discernir aquello que es bueno o no según la palabra de DIos y la tradición de la Iglesia me atreví no sólo a leer los libros de Dan Brown sino también a ver las películas.

Son historias entretenidas que tienen mucho de mentira y por tanto debemos sólo tomarlas como novelas, lo que son. Eso no quita el talento del autor en cuanto a su descripción de detalles, sus preámbulos, la manera en que entrelaza la historia, etc...

Un abrazo!