Actor argentino ofrece su versión.....

Artistas argentinos presos la noche del 27 de Junio
El valor que tiene esta denuncia es que los dominicanos nos acostumbramos a que se actúe policialmente contra el afecto. Estos muchachos argentinos, artistas por demás, no aceptan ese código de obediencia. Foto Lorena Espinosa

Habría qué preguntarse ¿qué cambio real han experimentado determinados estratos de superioridad y de base de la policía para impedir que esta ideología autoritaria se exprese de forma tan burda?

Este joven argentino, Miguel Fernández Monzón, no estaba besando su novia como se informó en principio. La tenia en las piernas y para él eso es normal. Su relato, ahora autorizado para conocimiento público, tiene el valor de ser una de las pocas versiones que sobre estos hechos se escribe.

Esto le ocurre a cantidad de gente que lo soluciona con 200 pesos al sargento.

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Miguel Fernández escribe:

"Bueno, tratando de ser lo más objetivo posible (cosa difícil), el pasado día sábado 27 de Junio decidimos ir al Parque Duarte para celebrar, junto a un grupo de amigos teatreros, el cumpleaños de Gabriel, un amigo, sabiendo que allá se estaba celebrando una fiesta, o algo por el estilo, en conmemoración al "Día del orgullo Gay".


Allí comenzamos a llegar de manera separada cada uno en un grupo diferente y entre los primeros nos encontrábamos Francisco, mi novia y yo. Nos sorprendimos al ver todo un aparataje policial (camionetas, motos y oficiales) y un grupo de personas que adherían a la celebración discutiendo con los policías que, según comentarios de las personas de alrededor, querían impedir las actividades de la festividad.

Esperando al resto de los amigos nos sentamos en un banco vació casi al frente del grupo que se encontraba discutiendo con la policía, y mi novia se sentó sobre mis piernas. Al terminar la discusión en el grupo de en frente, un oficial de la policía se acercó hacia nosotros y nos pidió de manera cortez si por favor mi novia no se podía sentar sobre el banco alegando que estaba mal que estuviera sobre mis piernas ya que según el se encontraban niños en la plaza y eso estaba mal. A nosotros nos pareció ridículo el pedido, mas allá que hubiera niños o no en el lugar, así que nos negamos y tras discutir el hombre se retiro diciendo que el cumplía con su deber avisándonos y que esperaba le hiciéramos caso.


Así fue que nosotros NO HICIMOS CASO al pedido porque no sentíamos estar haciendo nada malo, y llegamos a pensar incluso que el oficial no volvería porque creíamos haberle hecho entrar en razón.
¡¡¡ Pero el coronel volvió !!!, y nos volvió a plantear lo mismo, esta vez advirtiéndonos que si no le hacíamos caso podría detenernos. Volvimos a entrar en discusión por el tema de los niños y llamo niños corrompidos a los jóvenes gays que se encontraban en la plaza. Continuó alegando que nuestro comportamiento era una falta a la moral a la que el adhería y que nosotros no podíamos enseñarle acerca de la misma.


Allí Francisco comenzó a pedirle al oficial que por favor le dijera cual era la ley que estábamos quebrantando pero el oficial no solo no nos la supo decir sino que se escudo en que teníamos que acceder a su exigencia porque el era un coronel de la policía y que pensaba que nosotros en nuestra condición de extranjeros no teníamos derecho a replantear ninguna norma o ley de su país. Mi novia que es dominicana y una amiga nuestra comenzaron a intimarle que ellas si podían y exigian una explicación acerca de la medida que pensaba tomar pero aun así el oficial no dio explicación convincente alguna.

El hombre, que de ahora en mas lo llamare por su nombre el "Coronel Pinales", se retiro con su amenaza de volver con mas policías dispuesto a llevar a cabo, segun nos dijo, las supuestas normas, ya no del país, sino de la policía dominicana las cuales eran las que el intentaba hacer cumplir y las que nosotros debiamos obedecer.

Nosotros seguimos sin obedecerle ya considerando que el coronel pretendía, a través de su poder, que nosotros le hiciéramos caso en una conducta que intentaba imponernos. Así fue que mi novia continuo sentada en mis piernas y el coronel cumpliendo con su amenaza regreso con un grupo de oficiales, los cuales comenzaron a decirnos de manera ya imperante que teníamos que hacer caso a la la orden del Coronel Pinales o nos llevarían detenidos.


Sin entrar en acuerdo, luego de hablar sobre las leyes de la constitución y de que no existía ninguna ley que impedía que mi novia estuviera en mis piernas, el teniente nos dijo que a pesar de eso existían otras leyes que teníamos que cumplir, que esas eran las de la policía, y que en esas normas nosotros tenemos que hacer caso a sus mandatos o definitivamente nos tienen que llevar detenidos por falta.

Tras semejante afirmación llego una amiga nuestra estudiante avanzada de abogacía que nos confirmó que definitivamente no estábamos faltando a ninguna ley o norma y que la exigencia del policía era un COMPLETO SIN SENTIDO. El teniente ya con aire imperante nos empezó a discutir con mirada amenazante y al responderle Francisco con la misma mirada ordenó a los oficiales que se lo llevaran. Ante el abuso de autoridad que el hombre estaba cometiendo me paro a discutirle acerca de su desición cara a cara y, tras burlarse de mi, sigo a Francisco hacia la camioneta en la que se lo llevarían para subirme y acompañarlo.

Aquí sucedió algo curioso ya que el policía que nos acompañaba en la camioneta pareció aceptar que nos llevaban por desobedecer y nos decía que teníamos que haberle hecho caso al coronel y sentarnos de la manera que el consideraba correcta para que simplemente nada de eso estuviese ocurriendo.

Tras todo esto, en ningún momento considere malo mi comportamiento, ya que no me encontraba ofendiendo a absolutamente nadie, y sabia que estábamos siendo detenidos por no hacer caso a la orden personal de una persona que por ser un teniente consideraba que tenia la autoridad de obligarnos a comportarnos de una manera que "El" consideraba adecuada.

Al llegar al destacamento, los policías nos trataban con aire de superioridad diciendonos que fueron informados que nos detenían porque Francisco y yo estábamos besandonos. Todo un capitulo aparte merece este comentario en primer lugar porque fueron mal informados acerca del motivo de nuestra detención de parte del Coronel Pinales y segundo porque nos dimos cuenta que esos policías creían que dos hombres besandonsé era suficiente motivo para la detención.

Volvimos a entrar en discusión al yo decirle que no iba a entrar a ningún calabozo sin saber convincentemente cual era la falta y la ley por la que nosotros estábamos ahí, así uno de los policías que no pude identificar porque no llevaba la chapa identificatoria trato de imponerse desenfundando su arma en tono amenazante y al acusarlo de la falta que yo consideraba estaba cometiendo, el compañero amenazó con golpearme. Continuamos discutiendo Francisco y yo, y finalmente sin ganas de hablar ante personas sin razón, entramos al calabozo mientras el oficial informaba a los otros detenidos que estábamos allí por estar besandonos.

Y así fue que tras un breve periodo inicial un poco tenso esperamos tranquilamente conversando con los otros detenidos mas o menos una hora hasta que nuestros amigos llegaron y con la ayuda de Henry Mercedes y ,una amiga suya abogada, Marianela Carvajal nos sacaron.

Si me preguntaran que fue lo que paso, contestaría que nos llevaron detenidos porque no accedimos a una exigencia estúpida que intentaba imponer una persona que se encontraba abusando de su autoridad. ¡¡¡ Algo completamente ilógico..!!!.

Creo estar seguro que ese teniente al igual que los policías de su alrededor sabían muy bien que no estábamos cometiendo ninguna falta y al pretender usar su autoridad se encontraron con dos personas que no accedieron y por eso se enojaron y llegaron a tal extremo.
YO CONSIDERO QUE UNA DETENCIÓN DE PARTE DE LA POLICÍA SIN UNA RAZÓN LÓGICA Y SIN EL COMPLETO CONOCIMIENTO Y CONCIENCIA QUE SE ESTA REALIZANDO POR LA FALTA A ALGUNA LEY ESTABLECIDA ES UN SECUESTRO.

A nosotros nos llevaron y nos encerraron en una celda por una hora simplemente por el capricho de una persona en particular y no por faltar las leyes o normas de este país. En este caso el teniente contaba con los recursos para realizar tal acción.

Una pequeña mención podría hacer sobre el teniente que mientras se encontraba frente a nosotros discutiendo llamó a un oficial para que valla a decirle a otras persona que se encontraban en algún lugar detrás nuestro que bajaran los pies del asiento del banco porque eso tampoco se podía. O sea, es evidente que este hombre se despertó ese día con ganas suprimir las libertades de la gente.
Esto es como yo creo y veo que fueron pasando las cosas en la noche del 27 de junio. Al final me salio un relato bastante subjetivo en el que no pretendo mas que describir mi apreciación personal de los sucesos de esa noche".

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3 Comentarios

Gra Kidd ha dicho que…
Migue!
exelente!
mejor de ahi no pudiste haberlo explicado!
DANIEL FORTUNA ha dicho que…
Felicidades chicos!
gracias por dejarnos, en ese pequeno acto, un ejemplo de como hay que luchar, de como reclamar y de como no tenemos que dejar que nos sometan.

Hermanos Dominicanos... tenemos que informarnos, aprender de nuestros derechos, tenemos que unirnos, tenemos que gritarle a estos monos con armas lo que nos parece para que dejen de pisotearnos. Los policias en nuestro pais son ignorantes de las leyes que ellos mismos tratan de imponer y como nadie tampoco las conoce, ellos entonces inventan las que se le antojan segun el dia y las condiciones del tiempo.

Prometo no quedarme callado ante las injusticias hacia mis hermanos, prometo cumplir con mis deberes como ciudadano para poder exigir mis derechos, prometo acudir por lo menos a una marcha al anio, prometo cuidar mi pais y trabajar duro para crecer y hacerlo crecer.

ARRIBA DOMINICANOS!!! SE PUEDE!
Ramón Stalin Montero ha dicho que…
Es lamentable que hechos como ese sigan ocurriendo, sobre todo porque suceden con mayor frecuencia de la que imaginamos, sólo que pocas personas de las abusadas asumen el flajelo con rectitud como en el caso de Miguel Fernández.

A mi entender, uno de los grabes problemas que aqueja nuestro país es la actitud sumisa con que aceptamos ese tipo de cosas, hasta el punto de entenderlas como normales.

Dicha situación ha permitido que esas imprudencias al alguien que los actores y actricez quienes la cometen ocurran una y otra vez, sin que nadie exprese su justa oposición y derecho.

No estoy ni estaré nunca de acuerdo con que se pague un peaje a fin de salir de una situación como la descrita por el joven artista, asi como por cualquier otra persona, como frecuentemente ocurre, lo es(a mí entender) lo que ha permitido que las cosas lleguen donde se encuentran actualmente.

Ramón Stalin Montero;