Heli y The Gread Gatsby,la belleza de lo contradictorio

Amat Escalante, el director  nacido en Guanajuato, en su rueda de prensa ayer jueves
en Cannes. La pelicula azteca ha causado una sensacion por la crueldad extrema de sus imagenes.

CANNES. Francia. Escribí una primera reflexión sobre el impacto que nos ha producido el choque de realidades en el cine, todo sea en nombre del arte, a propósito de haber visto, en una misma sala de cine,  la Debussy, aqui en Cannes, con minutos de diferencia, el espectáculo modernista con 3/D incluido, de The Gread Gatsby, y Heli, una desoladora realidad de violencia y corrupción en ese México de hoy.

 Y creo que sólo el cine es capaz de ubicar en un mismo plano (una sala de proyecciones)  realidades tan discrepantes, incluso contrapuestas, como la opulencia  del Estados Unidos que en los años 20´s infló el ego a ricos enamorados y temperamentales, tal cual ocurre en versión modernista y técnicamente impecable de El Gran Gatsby,  con un México de hoy, el marcado  por crueldad morbosa de la tortura de los carteles de la droga, tan sólo comparable a la violencia perpetrada desde los uniformes  los agentes de la "ley y el orden", en las cuales la corrupción hizo nido para hundir el la tragedia la vida de una niña de 12 años y con el a toda una familia rural, que sirve de símbolo a un joven director azteca al punto de convencer con su golpeante, visualmente hablando, de producción a un jurado exigente en el Festival más prestigioso del mundo, la única apuesta latinoamericana aceptada para competir en el listado de largometrajes, dominado por los cineastas del "primer mundo.
Dos realidades. Dos mundos. Visiones  no solo distintas sino también contrapuestas en el tiempo y las perspectivas que ofrecen del mundo.

Elenco de The Gread Gatsby, en la alfombra roja.
Opulencia, romanticismo en 3-D, cual si no fuera nada presentar , minutos más tarde "made in México" la crueldad de un hombre torturado al que queman  frente a pantalla, sus partes intimas, la corrupción capeando oficiales de la policía y la justicia y en medio del infierno una familia rural que pierde toda referencia, desde el trabajo hasta la inocencia virginal de una chica de 12 años, a la cual el amor del momento le entregó cartas marcadas por el infortunio, el deseo de ahogar soledades y la ambición de quien no la merecía. Inocencia y casi niñez llamadas a compartir una trágica violencia de consecuencias que marcan cualquier tipo de sensibilidad.

Amat Escalante, es una estrella indudable en Cannes 2013.
Al final de la proyección de la cinta mexicana, (a las siete de la noche en la Sala Debussy, junto a la principal del Festival, y que atrajo mucho más publico que la inmediatamente anterior (a las cuatro de la tarde) de Gran Gatsby, hubo aplausos tímidos no por falta de apoyo o entusiasmo, sino por lo aplastante de las imágenes, conocidas y asimiladas por los críticos y periodistas de México, (con quien la vimos), pero totalmente descocidas en su intensidad para los espectadores primermundistas.
Escena de El  Magnifico Gatsby, FOTO DE LA PRODUCCION .
El Gran Gatsby, del director austriaco Baz Luhrmann, con un elenco que encabezan Leonardo de Caprio y que logra una de las actuaciones más orgánicas que haya plasmado en pantalla, y un Tobey Maguire, que a fuerza de actuación como personaje narrador de los hechos, consigue alejarse de la imagen juvenil del Spiderman de arácnidos recuerdos en todas sus secuelas, una Carey Mulligan, que muestra una destreza para hablar con sus ojos  desde silencios elocuentes, exhibe una adaptación digna y contemporánea de la novela de F. Scott Fitzgerald.
Todo el instrumental del cine fue puesto a disposición del Gatsby: El cuidado en a dirección de arte es extremo, el movimiento de cámaras, con desplazamientos desde planos amplios hasta detalles personales, todo en una sola toma, picados atrevidos, vestuario y ambiente de época con una fidelidad que transporta, una actuación de conjunto que se pone al nivel de a perfección la técnica, tomas paisajísticas tan simbólicas como oníricas, toda una producción pensada para validar el cine como mundo de sueños y validación de la literatura, su origen inicial y que ya produjo en 1974 una versión inolvidable, dirigida por  Jack Clayton con guión Francis Ford Coppola (inicialmente sería el novelista Truman Capote) y la actuación de Robert Redford (Jay Gatsby)  y Mía Farrow, insuperable como cine de su tiempo.
Ahora, con la magia tecnológica de la tercera dimensión, colores y dimensiones toman perspectiva e impactan el drama romántico, en el cual se cruzan los temperamentos de sus personajes principales, dando como resultado, la experiencia inolvidable de lo bien logrado en cine y que se perciba como acto de justicia su selección como película de apertura del Festival de Cannes.

Rueda de Prensa de Helli, ayer jueves 17 en Cannes 2013.

Dirigida por el director mexicano que de mejor manera ha incidido recientemente en  Cannes, (fue selección oficial tambien en 2008 con Los Bastardos y en 2005 con La Sangre, Heli es un retrato rural, cinematográficamente artístico pero cruelmente real, del México de hoy, el del narcotráfico penetrado por doquier, desde la juventud hasta los oficiales de las academias policiales y el ejército.
Más su trascendencia no está en el tema harto conocido, sino en el tratamiento que ofrece el director al resumir el proceso complejo, intenso, golpeante, casi morbosamente exhibicionista de una violencia ríspida  y espinosa.
Se puede establecer que hay un culto y una fascinación casi amarillista por la violencia, pero el director defiende su visión indicando que esa y no otra es la realidad de su México amado.
Heli es cine, cine de calidad, con una perspectiva de denuncia del estado de desintegración de la familia como parte de un síndrome sistémico que corroe a México.
Las escenas de violencia rebozan la imaginación, desde el policía que mata un perrito rompiéndole el cuello, hasta la inolvidable secuencia de tortura a dos hombres, a uno de los cuales se le quema el pene, lo cual innecesariamente muestra en detalles en director en un exceso visual que salva o hunde la película y que parece haberle ganado votos ante un jurado exigente que validó en Cannes su atrevimiento.
Heli, que tiene aciertos como el de un movimiento de cámaras y unas actuaciones formidables, a cargo de gente sin nombre o figura en el cine internacional, es una película para no pasar desapercibida.  Por algo está aquí. Por algo equilibra desde el mundo real, la fastuosidad multicolor y en tres dimensiones de un magnífico Gatby, que le antecedió minutos antes y en la misma sala.
Así  es el mundo. Desigual y desequilibrado. Y el cine, !oh el cine, gestor de sueños! se limita a ser fiel reflejo de esa diversidad.


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