Gravity cuando el cine atrapa como un fenómeno sensorial

Gravedad (Gravity) es la película que en los actuales momentos mejor represente la capacidad de crear sensaciones a partir de la técnica y el arte cinematográfico. Su poder se encuentra basado en su potencial para hacer sentir al público, lo imposible. Se trata de una experiencia visual que asalta el espíritu e impregna los sentidos con un desarrollo en la velocidad del triller y la angustia del encierro con la amenaza inminente de la muerte.

Apoyada en unos extraordinarios planos secuencias y  transformándose en un espectáculo que sobrecoge al espectador por el despliegue visual del espacio cercano al planeta. Ese es su éxito. Nada novedoso temáticamente hablando, pero con una impecable técnica sin precedentes para este nivel.
La crítica la ha reconocido como un fenómeno fílmico.

En el país destaco la agudeza de Eliax, el màs completo de los blogueros en tecnologia, doctor en informática y quien estuvo en la funciòn privada invitado por Yari Blanco.


Gravedad radica su éxito a partir de la economía total de personajes, una banda sonora que inyecta tensión en los huesos y una fotografía que transporta a aquellos páramos inaccesibles a menos que no sea por la via de la ficción propuesta, a lo que agrega  el uso del silencio como elemento narrativo y expresivo fundamental.
La cortesía para verla hay que agradecerla a Caribbean Cinemas que auspició ayer una funciòn privada a medios de prensa.

El director mexicano Alfonso Cuarón, apoyado en un guión que escribió junto a su hijo  no es solo una producción que ha mostrado la fuerza esencial a que pueda aspirar una producción de primer nivel,  rompedora de todos los records de taquilla establecidos incluso por Avatar, triunfadora en los festivales de Venecia y Holywood  y una sólida aspirante al al menos premio Oscar como  por fotografía película y mejores efectos especiales, actriz y banda sonora.

La producción tiene la virtud de presentar de forma novedosa el espacio, la ausencia de gravedad, la tecnología espacial y la lucha por la supervivencia, pese  aun cuando temáticamente tiene compromisos con (2001, Odisea del Espacio (a la  cual Cuarón que hace un gesto de homenaje visual).

Una producción que encamina al espectador a un viaje personal por la fantasía del cine, sobre todo por la perfección en el manejo de los recursos técnicos y la soberbia actuación de sus dos protagonistas: Sandra Bullock y la fresca honestidad que logra George Cooney.

La película es una demostración de creatividad que muestra la persistencia en el uso de fondo de los recursos del cine, en base a un manejo impactante de los planos secuencia, la economía de personajes (de hecho solo dos) que tiene su fuerte en “meter” al espectador en aquel ambiente claustrofóbico y de  desesperante ritmo  marcado por la ausencia  de gravedad, lo que lleva a un ritmo de  cámara lenta.

Científicamente presenta errores técnicos, que se notarán por incoherencias que están siendo expuestas por expertos, pero ello no le resta valor. (Entre los que se destaca  la inexplicable presencia de una médico reparando un telescopio espacial y ausencia de detalles como el movimiento del pelo en un estado de cero gravedad)

En el cine de ficción todo se vale, incluyendo la incoherencia en los hechos tan marcadamente medidos como los de la ciencia.

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