Conozco sobremanera la angustia que produce a una persona que llega a cualquier aeropuerto del mundo cuando presenta en Migración un pasaprote colombiano.
De inmediato se trata con agresivos dedos de seda a quien llega. Todo por una razón: viene de Colombia y es probable que sea:
- Narcotraficante
- Mula (persona que es usada para transportar droga)
-Un terrorista
-O un guerrillero
-O un para-militar.
Nunca se supone que esa persona pudiera ser: artista, científico, consultor, escritor o escritora. deportista notable.
O un jurado internacional para un concurso de arte visual, como es el caso.
Tenemos un enorme prejuicio cargado sobre Colombia. Y no es justo. Todo prejuicio es un "juicio previo sin base en la realidad", para quienes no lo sabían.
Me ha tocado conocer a un colombiano, José Roca, crítico de arte plástico, curador de exposiciones y quien nos honra con su participación como jurado de selección en el Concurso de Arte E. León Jimenes.
Roca nos concedió una entrevista para hablar de esa otra Colombia, la que no conocemos, la que tiene el mejor café del mundo, el pueblo más lector de América Latina, el que tiene todos los climas - desde el Caribeño hasta el de las cimas heladas de Los Andes-.
El país que ve desfilar 10 mil personas en un día a sólo tres museos. Es la Colombia que no conocemos.
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José Roca es uno de los jurados de selección del Concurso de Arte E. León Jimenes, que ya emitió su veredicto. Natural de Colombia, Roca es una reconocida personalidad de la plástica latinoamericana.
El nos concedió una entrevista sobre su quehacer profesional:
JRS- ¿Cómo es "la otra Colombia", la que no sale en los diarios y noticiarios de televisión, la de la gente trabajadora y buena, la de los artistas que hacen su labor calladamente, la de un pueblo tan cargado de amor y de fe en el futuro?
JR Colombia carga con la mala prensa derivada de sus problemas internos de violencia política y narcotráfico, porque las buenas noticias (la cultura, la vida cotidiana, etc.) no son noticia para la prensa internacional. Pero cuando veo que en el centro cultural en que trabajo (el Banco de la República, al cual pertenecen la Biblioteca Luis Ángel Arango, el Museo del Oro y el Museo Botero, entre otros) recibe 10.000 personas diarias en promedio, me doy cuenta que el país va por el camino correcto.
JRS ¿No perturba a los artistas plásticos de Colombia la situación de seguridad pública, o encuentran en ella motivos de inspiración?
JR- Muchos artistas se refieren a la situación política actual, pero muchos otros consideran que el arte es un espacio independiente de la realidad social y deciden trabajar sobre otros temas.
JRS ¿Cuáles son las tendencias plásticas vigentes o en boga en Colombia?
JC - No hay una tendencia específica, pero es evidente que una gran cantidad de artistas se interesan por la situación social y política del país y esto se refleja en sus obras.
JRS Quienes vivimos de este lado, a esta distancia de Colombia, conocemos realmente poco del arte plástico colombiano. ¿Cuáles otros artistas hay, y cuáles son sus tendencias, además de Omar Rayo y Botero?
JR- Hay muchos, y mencionar algunos es siempre reductivo. Entre los de mayor trayectoria internacional están Doris Salcedo (cuya "grieta" estuvo en el Turbine Hall de la Tate Gallery en Lodres el año pasado), Óscar Muñoz, José Alejandro Restrepo (ambos en la pasada Bienal de Venecia), María Fernanda Cardoso, Juan Manuel Echavarría, Oswaldo Maciá, Miguel Ángel Rojas, Juan Fernando Herrán, Johanna Calle…. la lista es larga.
JRS- ¿Cuáles experiencias puede transmitir a los curadores y directores de galerías en República Dominicana a partir de lo que ha sido su trabajo?
JR- Que es siempre más productivo y más útil para los artistas el trabajo curatorial que el rol de jurado, pues la curaduría implica un diálogo.
JRS- ¿Cómo brega un jurado con el ego de los artistas?
Los jurados no tenemos acceso a los artistas; estamos, por el contrario, completamente aislados de ellos.
JRS- ¿Es fácil ser jurado de un concurso de arte en un país en vías de desarrollo?
JR- Ser jurado nunca es fácil, pues al tener que emitir un juicio a partir de las obras solamente, se pierde la posibilidad de trabajar con los artistas y aprender de ellos. Lo anterior, independientemente de si se trabaja en Nueva York o en Santiago de los Caballeros. En el arte no hay subdesarrollo, sólo hay artistas más y menos interesantes.
JRS- ¿Que opinión tiene del Centro León?
JR- Me impresionaron su profesionalismo y su compromiso con el fomento a la cultura de Santiago y de la República Dominicana.
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