Ahora se hace más cine.
Y el género más demandado es la comedia comercial. Los actores y actrices básicamente son los mismos. Entonces se pisan unos proyectos con otros. Pero hay contratos que establecen las condiciones. Y hay una ética entre artistas que debe valer.
Pinky Pintor acaba de extender un ramo de olivo a sus actores.
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La situación creada por la participación de Fausto Mata y Slenka Karina en la película Megadivas y su proximidad con el rodaje y exhibición de Sanki Panky II, ha dejado un mal sabor en más de una garganta.
Y ha generado un cuadro que deber ser evitado apelando al sentido común, la buena fe entre los participantes de industria que lo que menos necesita es un ambiente de confrontación entre los pocos empresarios, productores y artistas que están orientados a incidir en ella.
Pinky Pintor y Premium Latin Music acordaron por contrato pagar 500 mil pesos a Fausto Mata por tres semanas de trabajo (si no había una extensión imprevista del trabajo) como protagonista de Sanki Panky II, que también estelariza Sdenka Kalina, además de las obligaciones propias de promoción del filme.
Grave el error de Fausto Mata de negar, en principio, que hubiese firmado ese contrato, cuya copia está ahora en conocimiento de la opinión pública, haciéndolo quedar mal a él y quienes desafiaron a Pinky a presentarlo. Era una jugada sin sentido.
Lo que dice el contrato
El contrato, de 8 páginas fue firmado el 4 de enero pasado, indica que el actor “bajo ninguna circunstancia podrá participar en ninguna otra obra cinematográfica a ser exhibida tres meses antes del estreno y tres meses posteriores a la conclusión de su exhibición”.
En el contrato se establece que Fausto Genaro Fausto Ortiz (nombre real de Fausto Mata) recibirá un pago de 500 mil pesos, advirtiendo que “Si la filmación de la obra cinematográfica se prolonga por más tiempo del programado, el actor deberá concluir con sus trabajos y servicios… hasta el momento de la conclusión de la obra…”
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La situación creada por la participación de Fausto Mata y Slenka Karina en la película Megadivas y su proximidad con el rodaje y exhibición de Sanki Panky II, ha dejado un mal sabor en más de una garganta.
Y ha generado un cuadro que deber ser evitado apelando al sentido común, la buena fe entre los participantes de industria que lo que menos necesita es un ambiente de confrontación entre los pocos empresarios, productores y artistas que están orientados a incidir en ella.
Pinky Pintor y Premium Latin Music acordaron por contrato pagar 500 mil pesos a Fausto Mata por tres semanas de trabajo (si no había una extensión imprevista del trabajo) como protagonista de Sanki Panky II, que también estelariza Sdenka Kalina, además de las obligaciones propias de promoción del filme.
Grave el error de Fausto Mata de negar, en principio, que hubiese firmado ese contrato, cuya copia está ahora en conocimiento de la opinión pública, haciéndolo quedar mal a él y quienes desafiaron a Pinky a presentarlo. Era una jugada sin sentido.
Lo que dice el contrato
El contrato, de 8 páginas fue firmado el 4 de enero pasado, indica que el actor “bajo ninguna circunstancia podrá participar en ninguna otra obra cinematográfica a ser exhibida tres meses antes del estreno y tres meses posteriores a la conclusión de su exhibición”.
En el contrato se establece que Fausto Genaro Fausto Ortiz (nombre real de Fausto Mata) recibirá un pago de 500 mil pesos, advirtiendo que “Si la filmación de la obra cinematográfica se prolonga por más tiempo del programado, el actor deberá concluir con sus trabajos y servicios… hasta el momento de la conclusión de la obra…”
Por un ramo de olivos
Abogamos por un reencuentro, un perdonar en común y un punto y aparte
No es el momento de incentivar confrontaciones para ver quien tiene más testosterona y quien es más guapo.
Hay que poner un alto a esa confrontación y recoger la experiencia que deja.
¿Cuáles lecciones deja?:
Lección #1:
Hay que diversificar los géneros del cine que estamos haciendo. Un cambio de género implicaría una renovación de los talentos actorales. La comedia es válida como genero..¿pero no hay más nada para experimentar en otros planos?
Lección #2:
Existe un sentido, el común, al que se debe apelar al momento de seleccionar el elenco de una película a los fines de no perjudicar otras producciones. Se alega que Pinky utilizó a Manolo Ozuna para su navideña producción Santi Cló (que ya hemos visto y que adelantamos que es excelente), cuando Ozuna tenía una participación en Megadivas.
Varias preguntas se pueden formular:
¿Cuando se pre-produjo Santi Cló , tenía Pinky idea de que Ozuna sería talento de Megadivas?. Es imposible con tan pocas figuras probadas en el cine de comedia, no repetir artistas, pero el asunto es acomodar los plazos de actuación para que no se “gasten” las figuras y lleguen con suficiente brillo estético a las pantallas.
Lección # 3:
No tomar el protagonista de una película que se está pre-produciendo para que actúe de actor secundario en otra que va antes. Esa coincidencia no conviene a ninguna de las dos producciones.
Lección # 4:
En el país existe la calidad histriónica que se desee para cualquier género de películas. Actores y actrices graduados de la Escuela Nacional. Jóvenes y no tan jóvenes, que nunca han sido llamados a un casting. De hecho, por ejemplo, la protagonista de Santi Cló va a impresionar por la novedad del rostro y el desempeño actoral que muestra.
Lección # 5:
Se debe crear una especie de “Cámara Cinematográfica de Pre-Producción” que permita a los directores conocer con tiempo los proyectos de los demás y sus respectivos talentos a fin de evitar duplicidades o apariciones perturbadoras de sus actores/actrices antes del tiempo adecuado entra exhibición y exhibición. De hecho, el espacio de Adocine puede servir para eso, reforzado con los efectos de la Ley Nacional de Cine que esta a punto de ser aprobada por los diputados, según nos informa Manuel Jiménez. De hecho, quien más ha estado presionando por esa aprobación es el Secretario de Cultura, José Rafael Lantigua.
Los hechos están dados
La película de Robertico ya se está pre-produciendo y no es nada aconsejable impedirlo judicialmente por las implicaciones del contrato ni Pinky está en ese ánimo.
El daño sería al cine dominicano que nace.
La decisión final en ese sentido es de Premium Latin Music, no de Pinky quien ha decidido extender un ramo de olivo a los actores.
Las películas prácticamente coincidían en su exhibición (aun cuando no en su fecha de estreno).
Pinky ha cedido, teniendo los derechos del contrato.
Un trabajo distinto
El trabajo de producir y dirigir cine es distinto al de cosechar plátanos o producir sandalias.
Y ha cedido por su claridad en la visión que tiene del desarrollo del cine local, pero en consciencia de que tiene un contrato legal en sus manos que pudo haber hecho validar en las instancias que fuere. Un noble gesto de su parte, que damos a conocer ahora por cinedominicano.net
La labor de un director con su protagonista es muy personal, muy directo, muy íntimo, muy de cara a cara y no resulta nada conveniente un altercado frontal en ningún plano (ni jurídico, ni laboral, ni personal).
Y Pinky prefiere privilegiar eso, por encima de los fallos y las culpas en procura de productores.
Es imposible realizar un trabajo artístico y emocional con una persona a la que estás enfrentado o conflictuado. Postura inteligente.
Lección # 3:
No tomar el protagonista de una película que se está pre-produciendo para que actúe de actor secundario en otra que va antes. Esa coincidencia no conviene a ninguna de las dos producciones.
Lección # 4:
En el país existe la calidad histriónica que se desee para cualquier género de películas. Actores y actrices graduados de la Escuela Nacional. Jóvenes y no tan jóvenes, que nunca han sido llamados a un casting. De hecho, por ejemplo, la protagonista de Santi Cló va a impresionar por la novedad del rostro y el desempeño actoral que muestra.
Lección # 5:
Se debe crear una especie de “Cámara Cinematográfica de Pre-Producción” que permita a los directores conocer con tiempo los proyectos de los demás y sus respectivos talentos a fin de evitar duplicidades o apariciones perturbadoras de sus actores/actrices antes del tiempo adecuado entra exhibición y exhibición. De hecho, el espacio de Adocine puede servir para eso, reforzado con los efectos de la Ley Nacional de Cine que esta a punto de ser aprobada por los diputados, según nos informa Manuel Jiménez. De hecho, quien más ha estado presionando por esa aprobación es el Secretario de Cultura, José Rafael Lantigua.
Los hechos están dados
La película de Robertico ya se está pre-produciendo y no es nada aconsejable impedirlo judicialmente por las implicaciones del contrato ni Pinky está en ese ánimo.
El daño sería al cine dominicano que nace.
La decisión final en ese sentido es de Premium Latin Music, no de Pinky quien ha decidido extender un ramo de olivo a los actores.
Las películas prácticamente coincidían en su exhibición (aun cuando no en su fecha de estreno).
Pinky ha cedido, teniendo los derechos del contrato.
Un trabajo distinto
El trabajo de producir y dirigir cine es distinto al de cosechar plátanos o producir sandalias.
Y ha cedido por su claridad en la visión que tiene del desarrollo del cine local, pero en consciencia de que tiene un contrato legal en sus manos que pudo haber hecho validar en las instancias que fuere. Un noble gesto de su parte, que damos a conocer ahora por cinedominicano.net
La labor de un director con su protagonista es muy personal, muy directo, muy íntimo, muy de cara a cara y no resulta nada conveniente un altercado frontal en ningún plano (ni jurídico, ni laboral, ni personal).
Y Pinky prefiere privilegiar eso, por encima de los fallos y las culpas en procura de productores.
Es imposible realizar un trabajo artístico y emocional con una persona a la que estás enfrentado o conflictuado. Postura inteligente.
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publiqué este artículo en mi blog
www.lamanacla.tk