Las piernas de Tania Báez revelan una disciplina notable en ejercitarse. Son fornidas y hermosas. Quienes hacen vida sedentaria deberían tener inspiración en su ejemplo. Foto: José Rafael Sosa
Me pemití el gusto de asistir al Encuentro de Amistad que ofreció la empresa de telecomunicaciones Tricom, realizado en el Hotel Jaragua.
Los medios de comunicación se han hecho eco del encuentro como un acto social de esos que se realizan en una fecha tan significativa, en un encuentro en el cual la gente acudió con sus mejores galas, en el cual se rifaron atractivos regalos, en el cual se produjo un reencuentro entre amistades, en el cual se tomaron las clásicas fotos “sociales”.
Pero hay mucho más que el aspecto mediático del encuentro y la estrategia de convocar a los medios, representados por sus comunicadores, para fortalecer lazos y relaciones.
Un encuentro en el cual hice algunas observaciones que a alguna gente se le pasó por alto. Y lo hice por la admiración que le profeso a una empresa que ha pasado por muchos desafíos para llegar a ser lo que es hoy.)
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La gente hoy, en medio de un mercado de ofertas de servicios telefónicos, olvida cómo se inició el rompimiento del monopolio existente en ese mercado hasta ese momento.
Fue el papel de romper el imperio inamovible que existía lo que le acarreó tantos inconvenientes, en un episodio que mucha gente no recuerda y que pemitió la diversificación del mercado que ha beneficiado finalmente al consumidor que ahora tiene una amplia gama de propuestas.
Ese mercado lo abrió Tricom.
Y esa jornada merece respeto y recuerdo oportuno. Y merece reconocimiento.
Antes de Tricom, el criterio de la empresa que ofrecía esos servicios era onmínoda. Era la única. O te acogías a sus condiciones o no tenías servicio. ¿Alguien recuerda esa etapa? No había donde quejarse, como ahora que INDOTEL ha proporcionado ese recurso.
Asistí el encuentro atraído por el ambiente de buena onda que se respira desde Tricom, su mística, su gente que tiene un tremendo sentido de su responsabilidad profesional.
Si los consumidores de servicios de telecomunicación tenemos hoy tarifas tan bajas .
Asistí al encuentro para saludar a amigos y amigas de los medios que es difícil encontrarles todos juntos en un mismo ambiente propicio para el intercambio.
Me complació mucho observar la disciplina que ha llevado a Tania Báez a tener unas de las piernas más fornidas del ambiente artístico. Es puro esfuerzo físico. Hay que reconocerle su capacidad para enfrentar con valentía los aparatos y lograr el resultado que se puede ver en la foto.
Jochy Santos es una de esas figuras que ha labrado su posición en base a constancia. Se lució en el Encuentro de la Amistad Tricom.
El arte humorístico de Carlos Sánchez es diferente del de Jochy Santos. Santos tiene un “tigueraje rejugao”, que acentúa con la elegancia al vestir. Sánchez es más de clase media universitaria.
Carlos Sánchez, Oneyda Morales y Jochy Santos.
Tiene imaginación y las condiciones para ser un conversacionista humorístico internacional, ayudado por el aspecto casi triste de su rostro embarbado. Tiene talento pero debe aprender más las expresiones populares del pueblo. Pero es bueno…
Durante el encuentro me llamó la atención la belleza mulata de una de las camareras. ¡Qué hermosa mujer!. Creo que su lugar en el mundo no es ese. Alguien debería hacer conciencia de eso y explotar buenamente ese rostro para otros fines. ¡Quien sabe el talento que se oculta tras esa sonrisa!
Me permito agradecer a Tricom por la oportunidad de este encuentro que ya es una tradición que renueva afectos y quereres.
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