El muro de contención que se levantó para cambiar el cauce normal
del Río Jaya y apropiarse de la arena. Foto Luis Carvajal.
San Francisco de Macorís. Parecería una broma, una información digna del Festival de los Absurdos, pero - al ver las fotos- parece que alguien ha fallado en el cumplimiento de su deber.
Ciertamente, un pedazo del Río El Jaya, de esta localidad. Sería saludable que mañana temprano la Secretaría de Estado de Medio Ambiente aclare esto. Hoy intentamos conseguir una explicación y no fue posible.
Un residente local muestra la intervención que ha robado una parte del
Río Jaya en San Francisco de Macorís. Foto. Luis Carvajal
La denuncia, apoyada con imágenes, la hace Luis Carvajal, ecologista, biólogo, miembro de la Comisión de Medio Ambiente de la Academia de Ciencias de la República Dominicana y de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
Extracción de arena del entorno del Rio Jaya, en SFM, con permiso oficial ,
mediante equipos pesados. Foto Luis Carvajal.
Esta es la denuncia de Carvajal:
Insólito: se roban pedazo del Río Jaya
con permiso de las autoridades.
Por Luis Carvajal
Lo peor es que los defensores del medio ambiente perdieron la apuesta.
Un permiso para extraer 10,000 (diez mil) metros cúbicos de arena del Río Jaya destinados a la construcción de un proyecto privado concedido por la subsecretaría de Suelos y Aguas de la Secretaría de Estado de permisos alegres, Medio Ambiente y Recursos Naturales a concluido no solo con el menoscabo, sino también con el robo de un pedazo de este río.
Prefiero que las fotos hablen por si solas.
Lo peor es que los defensores del medio ambiente perdieron la apuesta.
…-“a que ese relajo se acaba desde que Jaime pase por San Francisco”, decía orgulloso un adolescente mientras evoca las historias de mariposas y duendes que escuchó con fascinación en el mismo jardín en que aprendió a amar a la naturaleza el actual secretario de medio ambiente”.
…-“tu ta’ loco, ese man que se cogió el río vino de lo paise y ta apoyao, tu sssssabee como e’ . Tu no ve que lo policía y lo gualdia vienen a buca lo suyo.”
Dice con veneración y envidia otro casi niño mientras suspira en el deseo y la voluntad de ser algún día “… - un tro, loco, como el man. Ful de toó mi pana”. “…si fuera yo me cojo no solo el río, me llevo la montaña con to y nube”
“No, tu verás como viene Jaime y tumba esa pared y lo mete preso y le pone una multa grandísima, tú verás.” "Ese es familia de gente guapa y que defiende el país sin importarle nada.” Repite con orgullo el adolescente. “
“…. Te apuesto a que no hace na.” Dice uno, “Te apuesto que sí” responde el otro.
Jaime vino a sembrar árboles en los contornos de la Loma Quita Espuela.
En San Francisco de Macorís la gente se puso alerta, decenas de apuestas similares esperaban ansiosos el desenlace.
¡A que sí!!, ¡a que no!!!!. ¡A que no!!!, a que si!!!
En las esquinas, en las casas, en los colmados y colmadones todos estaban pendientes. Los teléfonos no dejaban de sonar. ¿La tumbó? Preguntan con ansiedad.
Todavía no, dicen unos. No lo hará, dicen otros.
Cuando los vehículos del Secretario y su comitiva se alejaban ya de Macorís, al igual que al caer la tarde de un domingo de loterías, la gente con premura corrió a ver el muro derribado.
Pero el muro estaba en pié, el río Jaya secuestrado y la apuesta de unos perdida y la de otros ganada.
Yo apuesto a que si, a que el muro va a caer. Lo sé porque la voluntad de los macorisanos así lo quiere y así será.
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