El Milagro de Fátima, excelencia y relevo

Ninez fatima
El Milagro de Fátima es la oportuna respuesta a la interrogante en
torno si hay un relevo adecuado para los talentos actuales del musical
de facturación criolla.

Quienes llegamos a las 7:00 pm de anoche al Teatro Nacional para disfrutar de El Milagro de Fátima, un musical basado en la aparición de la Virgen de Fátima el 13 de mayo de 1917 a tres niños pastores, nos encontramos con que había un error en la boleta impresa: era a las 8:30 pm.

Neno
Checho Lora (Padre Ferreira) y Luis Marcell Ricard (Manuel Marto),
en un de las escenas del montaje musical.

Hubo que esperar hora y media. Pero valió la espera.
El trabajo es magnífico, esperanzador y cargado de excelencia estética.
Quien pueda ir a verlo hoy sábado o mañana domingo, que lo haga.

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( Hubo un tiempo en que el musical de origen dominicano en cuanto a su elenco y producción, era un género inaccesible. Los pocos musicales que se podían disfrutar los determinaba la posibilidad de que un empresario pudiera coordinar con alguna compañía internacional de producción de obras de este tipo para que, dentro de sus giras (el contrato de un elenco amplio y pagado en dólares) pudieran fijar tres funciones en el Teatro Nacional.
El gran paso para mostrar que se podían producir musicales en el país, lo protagoniza el Teatro Nacional, institución que decidió comprar los derechos de una de estas producciones. Así se evidenció que podían montarse musicales con facturación local.
Posteriormente, productores privados se lanzaron a presentar sus propuestas y surgen los nombres de Nuryn Sanlley, Amaury Sánchez, Guillermo Cordero que, haciendo musicales para la niñez o público adulto, demostraron que se podía.


Nuryn se ocupó de desarrollar una larga serie de musicales infantiles en base a su conocido personaje y posteriormente hace algunas adaptaciones de piezas internacionales.
Guillermo Cordero hizo aportes importantes con el montaje de producciones de gran formato y elencos sumamente apreciados.


Amaury, el más constante en cuanto a sus lineamientos de producción, aporta avances técnicos y artísticos que se han quedado como patrimonio del musical hecho en República Dominicana.
Waddy Jáquez, dotado de una multiformación que involucra la actuación, la dramaturgia, el canto y la música, interviene en una parte de esas producciones y deja sentir el peso del quehacer musical en sus montajes teatrales. Son nombres, no están todos, que deben ser rescatados para la historia del musical en el país.


La gran deuda de los productores es aceptar el reto de crear musicales a partir de temas dominicanos, que los hay y muchos. Ese es el balance por cubrir para el musical como género.
Pero la preocupación de mucha gente, estaba puesta en la interrogante ¿Quiénes serán el revelo de los artistas dominicanos que han hecho los musicales?

Tras disfrutar anoche de El Milagro de Fátima en el Teatro Nacional, montaje inspiracional que toma la aparición de la Virgen de Fátima del 13 de mayo de 1917, a tres niños pastores en Portugal, (Lucía dos Santos, Jacinta Marto y Francisco Marto), imprimiendo al montaje un profundo sabor cristiano-católico y un aliento textual dirigido al fomento de la paz, el rechazo de la guerra y la promoción del entendimiento entre naciones.

Este montaje, dirigido por Luis Marcel Ricart, (en base a letra, música y libro de Bárbara Oleynick, música original, orquestación y arreglos de David Johnson y colaboradores) muestra el indudable talento que será la generación del musical en el país.

La actuación infantil genera emociones hasta cerrar las gargantas con un nudo indefinible.
El rol de los artistas adultos queda ajustada al marco general de calidad interpretativa, la música en vivo, la escenografía adecuada y novedosa, la coreografía y la actuación misma, conforman un espectáculo imperdible, si usted tiene el chance de asistir esta noche o mañana, cuando se remonta nueva vez. No se la pierda

Esta niñez, favorecida por tener acceso a una educación de primer nivel en excelencia, se ha preparado en la actuación, el teatro y la danza, para estremecer, tal y cual lo logran, en El Milagro de Fátima, una presentación que recomendamos con entusiasmo.

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2 Comentarios

Locuerdo ha dicho que…
La luz y sus cambios de color e intensidad y la pantalla que abre y cierra la historia.. el movimiento escenico con sus pausas y fluidez.. los ¨cambios¨ de escenografia que realmente no son tal cosa, sino transiciones simples y practivas mas de gran contenido estetico.. excelentes. Los personajes, los protagonistas (los niños), cautivantes. Las voces (sobre todo el coro), maravillosas..
JOSE OSMIN ha dicho que…
Es una obra maravillosa, la actuación, en pocas palabras, el musical es de primera calidad, sin olvidar el mensaje que se transmite. Felicidades.