Estudiantes, mujeres de las asociaciones y la Federación Secundina de los Reyes ,
padres y madres de las asociaciones que les agrupan, directores de los ocho
planteles involucrados y jovenes estudiantes convertidos en multiplicadores de
una eduación social integral, aportan al pais una importante experiencia
organizativa. Se trata de un proyecto de empoderamiento que debía ser ejemplo.
EL MANCHADO. Hato Mayor del Rey. Un desconocido proceso social de toma de conciencia y acciones a favor de la educación se ha desarrollado en ocho comunidades de este municipio y ahora se plantea como un ejemplo para el país, dados los resultados que van mas allá de su objetivo inicial que buscaban mejorar la calidad de la educación.
La educación extra-curricular ha sido muy importante. En las imágenes,
talleres de género y violencia intrafamiliar.
Se han mejorado las condiciones y los recursos de ocho escuelas de El Manchado, Villa Ortega, Paso Cibao, Las Guajabas, Jalonga, Yerba Buena, El Mamón, Cerro Bohío y Las Claras.
Mas, lo verdaderamente trascendente no es tanto las conquistas respecto de esos planteles/
Se ha llegado mas lejos: las organizaciones de mujeres, una federación y cuatro asociaciones aliadas del Centro de Solidaridad para el Desarrollo de la Mujer, han aprendido el poder que tienen al lograr un mejor nivel de conciencia y de haber logrado movilizar instituciones oficiales tanto municipales como nacionales.
Un taller sobre sexualidad y género a los 36 jovenes estudiantes que ahora ofrecen charlas a sus compañeros y compañeras como parte del proyecto desarrollado en Hato Mayor del Rey.
Lo que han aprendido y ganado ocho comunidades de esta provincia al desarrollar un proyecto a favor de la calidad de la educación de cada una de sus escuelas trasciende las mejoras físicas evidentes en los planteles y se transforma en una experiencia de organización y presencia militante de la gente en la solución de sus problemas.
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La idea se gestó tratando de desarrollar el poder organizativo y la capacidad de interactuar de las comunidades con sus autoridades a partir de un instrumento creado llamado Mesa de Diálogo, un espacio de encuentro en el cual todas las entidades participantes (públicas y privadas) hicieron compromisos de resolver asuntos que afectaban en lo educativo integralmente concebido (no sólo en lo académico).
La iniciativa se concibió en el Centro de Solidaridad para el Desarrollo de la Mujer, y se planteó como proyecto del Programa de Iniciativas Locales de la Sociedad Civil, y propuesto a cuatro organizaciones: la Federación de Mujeres Secundina de los Reyes Hatomayorenses, y las asociaciones María Trinidad Sánchez, Ercilia Pepín y de Promotoras Pecuarias.
El proyecto fue presentado por Ce.Mujer al Programa de Iniciativas Locales de la Sociedad Civil y se llama Empoderamiento de las Organizaciones de la Sociedad Civil para el Mejoramiento de la Educación.
La experiencia más trascendente del proceso ha sido lo logrado en términos del desarrolló del poder de la gente organizada y lo mucho que se puede hacer cuando loa conciencia cambia y se mira la realidad a través de una perspectiva de unidad de acción en la comunidad.
Para acordar las acciones se creo la Mesa de Diálogo, que integra en su seno a 17 organizaciones e instituciones, siete instituciones públicas, entre las que se cita, además de las comunitarias al Ayuntamiento, la gobernación, la oficina senatorial, el Consejo Nacional para la Niñez, la Fiscalía, entre otras instancias.
Estudiantes de educación básica, en la escuela Paso Cibao, estudian uno de los temas de los derechos de la niñez.
En la Mesa de Diálogo, que ha reunido por casi dos años las entidades participantes se comprometieron con una lista de objetivos a partir de lo que se conoció por medio un diagnóstico que reflejó la realidad y carencias de las comunidades.
“Pero el logro más importante que las conquistas materiales, es la conciencia que han adquirido las organizaciones locales de lo que están en capacidad de hacer cuando hacen valer su derecho a analizar y actuar de conjunto, comprometiendo a las autoridades. dice Graciela de la Cruz, coordinadora de Autogestión Organizativa de Cemujer.
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