Nadie había reparado en el detalle: el Roncierto Brugal se está anunciando para ser celebrado en el Monumento a la Evangelización de América.
Rafael Guillén Beltré, de la organización Paz Dominicana, pide que se busque otro lugar, utilizando argumentos atendibles.
Si hay tiempo, sería una decisión sensata. No es el mejor lugar.
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¿RONCIERTO BRUGAL EN EL MONUMENTO
A LA EVANGELIZACION DE AMERICA?
Por Rafael Guillén Beltré
Activista de paz, coordinador de la organización
cristiana ecuménica Paz Dominicana.
¿Es que hemos perdido totalmente el tino? No se a quien se le ha ocurrido desarrollar un llamado Roncierto en uno de los espacios del Monumento Faro a Colon, parecería que ya nada importa, quienes organizan con todo sus derechos esa actividad deben primero investigar el valor de los espacios públicos, no todos los espacios pueden ser utilizados para realizar ciertos tipos de actividades, vivimos en una sociedad plural, donde la diversidad predomina, y es necesario que sean justamente las autoridades que velen por el buen uso y desenvolvimiento de estos espacios.
La diversión sana es propia de un pueblo alegre, un pueblo que ha sabido sortear todo tipo de situación difícil con el poder divino y ese temperamento súper especial que nos caracteriza. Pero lo sagrado juega un papel en nuestra identidad del mas alto nivel, un pueblo alegre pero con una profunda fe en el todopoderoso, no puede permitir que se den estas situaciones contradictorias en lugares que están reservados para elevar el carácter divino que simboliza este monumento denominado Faro a Colon, que más que un homenaje al almirante es un homenaje a la evangelización del nuevo mundo, a la llegada del mensaje del Cristo a estas tierras sacrosantas de la Dominicana para desde aquí, cual punto de luz, se irradiara a todo el continente americano, como tal ha sucedido.
Si es controversial el hecho histórico del mal llamado descubrimiento del nuevo mundo, como así lo signaron, donde se cometieron todo tipo de crímenes y vejámenes contra la población aborigen encontrada por los españoles cuando pisaron tierra americana, no es nada contradictorio el papel que jugaron los primeros misioneros que portaron el mensaje del Cristo en defensa de nuestros indígenas quisqueyanos, cuando denunciaron toda la barbarie acontecida en esta isla que de paradisíaca paso a convertirse en altar de sacrificio de nuestros puros y santos indígenas.
Hoy yo llamo la atención al pueblo dominicano, para que jamás perdamos nuestra identidad y nos atrevamos a ser alegres sin mancillar lo sagrado que nos identifica, a que defendamos lo que somos diciéndole no a cualquier posibilidad de enajenación de los lugares sagrados, que representan misterio que da vida, mística que alienta a una nación a elevar la cruz de Cristo por encima de la barbarie que represento para los pobladores de la isla de Quisqueya la llegada de los españoles, eso es el Faro a Colon, la cruz mas grande que posee el mundo civilizado, en una clara y evidente señal de que los destinos de este pueblo no obstante las contradicciones históricas esta sellado por la luz eterna del humilde carpintero que abriendo los brazos redentores proclamo para siempre un futuro basado en el amor y la justicia.
Pedimos encarecidamente a los organizadores de esta jornada de fin de año, que busquen otro lugar para llevarla a cabo, a las autoridades que asuman su rol de defensa de los espacios que nos son sagrados, para que jamás sean opacadas las luces gloriosas que han sabido surgir de los momentos más crueles y funestos de nuestra historia. No mancillen lo único luminoso que emergió de la conquista, la única fuerza que hizo posible el surgimiento de una civilización en nuestras tierras, la Fe que desafío a la corona imperial y que inevitablemente asumió la ruta cimera para la construcción de un mundo nuevo.
Nuestro pueblo firme y luchador incansable, despierta para recuperar su legado de tierra de Dios ante las demás naciones del mundo.
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