En esa época, escribí una Oración a las Bibliotecas, que resultó un documento motivacional para que los seres humanos, descubran las posibilidades infinitas que ellas ofrecen.
Me ha parecido interesante, en este retomar mi blog y mi pagina, comenzar con este texto que he recuperado en una labor casi de arqueología literaria:
La Oración de las Bibliotecas.
Acabo de conseguir amores...
Acabo de conseguir amores.
Se trata de una chica dulce, maravillosa y siempre disponible.
Ella me ofrece todos los mundos, con solo acercarme a sus pupilas.
Ella está ahí, para mi. Sólo debo acercarme y tomar sus esencias.
Mi novia no exige.
No cela.
No me pide nada.
Me lo da todo.
No pregunta de donde vengo.
No inquiere que hice en mi tiempo libre anterior.
Me despide cuando deseo irme.
Y, en silencio, tranquilamente, esperará mi regreso cuando yo lo decida.
Llena mis horas de pasión, colores, conocimientos e inspiración.
Es una novia extraña.
No pide nada.
Lo da todo.
Acabo de Conseguir amores: mi novia es la Biblioteca.
Acabo de conseguir amores.
Se trata de una chica dulce, maravillosa y siempre disponible.
Ella me ofrece todos los mundos, con solo acercarme a sus pupilas.
Ella está ahí, para mi. Sólo debo acercarme y tomar sus esencias.
Mi novia no exige.
No cela.
No me pide nada.
Me lo da todo.
No pregunta de donde vengo.
No inquiere que hice en mi tiempo libre anterior.
Me despide cuando deseo irme.
Y, en silencio, tranquilamente, esperará mi regreso cuando yo lo decida.
Llena mis horas de pasión, colores, conocimientos e inspiración.
Es una novia extraña.
No pide nada.
Lo da todo.
Acabo de Conseguir amores: mi novia es la Biblioteca.
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