Federico Lupi, en su especial actuación en Sin Retorno.
Dentro de los dos aportes de Argentina al
II Festival Internacional de Cine Fine Art´s, se encuentra
Sin Retorno, el dramático relato que presenta a un padre en procura de justicia, tras la muerte su hijo, un joven cicllista arrollado a medianoche por unos muchachos que andaban de juerga, pero nadie los ve. El joven director argentino
Miguel Cohan se inicia con pie de plata en el cine latinoamericano.
Un rato antes, un actor que regresada de su trabajo en escena, golpea sin querer la bicicleta pero se marcha sin hacer caso a la protesta del muchacho, no sin antes ser visto por testigos.
Finalmente será capturado, enjuiciado y condenado sobre todo por la presión de los medios que se hacen eco del clamor de justicia del padre, interpretado por
Federico Lupi, experimentado actor, quien le otorga una fuerza singular a su papel.
Lenardo Sbaraglia, en su rol del actor condenado injustamente por el hecho, premia al público con una de esas actuaciones que no serán olvidadas en mucho tiempo. La transformación que experimenta es marcada y convincente. Tras cumplir en la cárcel una condena que no merecía, es otro hombre.
Buen ejemplo de cine de calidad a partir de un hecho al que da proyección el manejo mediático de un anciano padre en procura de justicia.
La solución que ofrece el director
Miguel Cohan no es complaciente en absoluto y se encuentra alejada del final trágico o inocentemente feliz.
Esos minutos finales valen todo el empeño para tratar de ver Sin Retorno.
Esta cinta es ganadora de Espiga de Oro como mejor película del Premio Pilar Mirtó y ganadora del Premio Sur a la mejor Opera Prima y mejor Actor Secundario (Sbaraglia) y mejor guión y mejor película del Festival Internacional de Cine de Transilvania 2010 y tiene una de las mejores páginas web que hemos visto para una producción fílmica de categoría mundial.
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