La Bienal con lo bueno y lo malo

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Esta es la instalación de Charo Oquet, ganadora del Gran Premio de la XXVI Bienal de Artes Visuales. Como toda obra premiada, genera controversia.Hay toda una polémica por lo bajo entre algunos artistas, que rechazan el veredicto, mientras otros lo aprueban y arguyen que se ha reconocido una persona con gran capacidad artistica en las nuevas corrientes y sensibilidad social.

La XXVI Bienal de Artes Visuales dará de que hablar, tanto por la asignación de su Gran Premio a una instalación de Charo Oquet de clara tendencia tendencia conservacionista y que juega con desechos y elementos visuales. La obra resulta interesante pero por la naturaleza del género a que pertenece (la instalaciòn) provoca reflexiones que estimulan factores como el rechado del jurado a la obra en dibujo de un creador como Vladimir Velásquez.

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Vladimir Velázquez, Conversación en la Estancia. Tríptico.
Dibujo en tinta y pan de oro.

En la XXVI Bienal de Artes Visuales inaugurada anoche en el Museo de Arte Moderno se conjugan elementos positivos y negativos.
El más positivo es que ha sido posible montarla, a lo cual se agrega la cantidad de artistas que respondieron al llamado y llevaron más de 200 obras de la cuales 129 fueron seleccionadas, a lo cual se suma la calidad promedio de las obras que se encuentra entre las mejores que se han visto, con extremos aquí o allá. Adicionalmente se debe considerar la consistencia de los dos jurados, cuyos veredictos simplemente hay que respetarlos.
Otro elemento positivo es la disposición de las obras, adecuandose al espacio y dando la importancia a las piezas, al tiempo de propiciar un recorrido operativo que permite disfrutar de los trabajos.
Otro factor positivo fue la ecuanimidad de ese jurado para aceptar, e incluso premiar obras, de temàtica "maldita", tanto desde el punto de vista polìtico como de los viejos tabúes sociales que se tejen casi automàticamente, en especial en materia sexual.

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Miguel Villanueva. Disculpa de Trujillo.

Entre lo negativo está el desvalance del veredicto, particularmente en torno al Gran Premio, y la ausencia de un catálogo (igual que el pasado año que tampoco hubo). Entre los viejos curadores hay un dicho que establece: Bienal sin catálogo no es Bienal.
Parece ser un asunto de coordinación más que de recursos porque si un ministerio se destaca por su capacidad editorial es justamente Cultura. Se está a tiempo para que haya catálogo antes del 11 de noviembre, fecha de cierre de la muestra. De seguro de ¨Cultura sacará el catálogo de esa Bienal, cuando menos esa es la experanza.

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Alexis Valerio. Bésame Mucho. Pintura. Un excelente dibujante que ofrece una visión casi poética del beso en una pareja de tercera edad.

Sobre el veredicto hay que ir como Jack....por partes.
Es el ya resonado conflicto de las artes visuales nuevas con las "artes visuales viejas" como despectivamente algunos le llaman a las artes plásticas clásicas. Un detalle es reelevante: la escultura ha desparecido de la Bienal, mientras se multiplican los videos, las instalaciones y la foto digital.

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María Elena Ditrén, elegantísima, se dirige al público en el acto de apertura.

Cuando se inauguró anoche las XXVI Bienal de Artes Visuales, María Elena Ditrén, parec{ia adelantarse a los criterios que invariablemente iban a surgir posteriormente, una vez recorrida la muestra bienal. Ella dijo:

"Los artistas tienen esa mirada contextual que convierte a la obra en complejo testimonio de su época: donde, en nuestro caso, el mestizaje, la huella de la historia, la defensa y protección del patrimonio, la crítica y el cuestionamiento ante la realidad político-social de nuestro país, las migraciones, el sistema carcelario, el sexo, la violencia de género la urbanidad, lo cotidiano, lo religioso y lo lúdico."....

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Sin título. Marie Jiménez. Pintura.

...mucha fue la gente sorprendida por la notable presencia de la temática gay y lésbica y la visual del cuerpo desnudo que está presente en la más importante muestra de plástica y audiovisuales. En cambio, para artistas verdaderos, la irrupciòn del tema es una presencia temática normal en eventos de este tipo, convocados sin el amarre a un tema determinado. Bien ha hecho el jurado con la escogencia profesional. Se comentarà mucho al respecto.

El ceremonial de apertura, encabezado por el vice-presidente, Rafael Alburquerque, y el Ministro de Cultura, José Rafael Lantigua, fue protocolarmente muy bien llevado. Ditrén, una mujer que ama el arte visual, debe sentirse orgullosa de la madurez alcanzada por la Bienal, que ya tiene 69 años de existencia.

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Sin Título. Marié Jiménez. Pintura

Varias obras, de realización muy profesional, tienen referencia a las relaciones de personas del mismo sexo, entre las cuales están los dos cuadros de Marie Jimenez y el desnudo de Okey Segura y que se titula Mi Destino:

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La pintura de Segura es de las más llamativas,pero es por el morbo de la gente. El cuadro está bien realizado, apoyado en una técnica depurada y con una excelente reproducción de la anatomía humana. Denuncia la realidad de los pacientes mentales abandonados a su suerte.


Rape
Moisés Pellerano. Rapé?, Oleo. Premio en Pintura

Ubicacion aparte merece Moisés Pellerano, quien presenta una joya de arte hiper.realista que nos recuerda (en cuanto a lo técnico a Alberto Bass consus reflejos de respuestos y rincones urbanos) y quien tiene en su obra Rape?, un motivo que será tanto de escándalo como de reflexión para una inmensa cantidad de gente. El cuadro no es expreso. Puedenn dos dos hombres peleando. O uno que ayuda al otro. O sosteniendo relaciones sexuales. El poder interpretativo es de cada quien. Ya el cuadro ha originado una oleada que mezcla originalidad, sorpresa, rechazo y admiración franca.

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Mayra Johnson y Guadalupe Casasnovas, Fotografía,. Disolución del 4%.

De el veredicto del jurado seleccionador tiene otros aciertos, como el premio en fotografía a Mayra Johnson y Guadalupe Casasnovas, con su poderoso planteamiento visual sobre la problemática educativa , que titulan Disolución del 4% y que fue valientemente premiado por un jurado que olvidó las consideraciones politiqueras para premiar el arte verdadero, no importa a quien resuene agradable o agridulce.

Muñecas sin rostros (Ana Rubí y Miriam, víctimas del ácido del diablo)

Otro premio tremendamente justo es el dramático llamado que desde la fuerza del blanco y negro hace el fotógrafo chileno (reportero de la Agencia EFE) Orlando Barría,quien logra estructurar un concepto acabado, firme y angustiante del problema que es hoy la agresión contra las mujeres.

En resumen, (a reservas de volver sobre el tema tras otra visita más detallada):
La Bienal por si misma es un éxito. Parece montarse con la dignidad que merece y por encima de los cantos de las crisis. Es un canto a la plástica y a lo visual. La gente debe aprovecharla y en particular las escuelas para aprovechar todos los temas planteados y educar a sus estudiantes en criteros de juicio estético y aprovechar los temas con los que juega ahora el gran evento.
Hay que dejar las superficialidades y ver que hay de aprovechable.
María Elena Ditrén se merece, junto a su equipo, todo el reconocimiento pósible.

La piedra del escándalo estético (si es que se pude considerar de ese modo) es la preeminencia que da el jurado a una instalación, inspirada buenamente en lo ecológico, pero que a nuestro modo de ver, no merecía la ubicación con que queda ahora para la historia y menos cuando quedaban en galería y en soledad, obras como el tríptico dibujado por Velásquez, quien vuelve a ser ahora despojado de un reconocimiento que merecía. No es la primera vez que ocurre.

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