
Los ejecutantes de los narcobloqueos, vestidos de civil y armados, bajaban a los pasajeros de las guaguas por lo que no hubo victimas entre la población civil, y procedían a rociar gasolina y prender fuego.
Para quienes no estamos acostumbrados a una situación como la creada, el ambiente fue completamente nuevo: estupor, sorpresa, miedo, pero afortunadamente nada paso a mayores.
Hubo un muerto y fue un hombre de los participantes por el narco en la acción, cuando quedó atrapado por las llamas en un vehículo de transporte colectivo que él mismo habia rociado con gasolina. Las autoridades policiales y militares detuvieron a más de 10 de los que quemaban vehiculos y provocaban los tapones en las carreteras adyacentes y las avenidas de la ciudad de Guadalajara.
La prensa local, tanto la digital, como la de television y la escrita ha hecho una cobertura excelente, destacándose la del grupo multimedia Milenio.
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