Cuando se canta a lo más alto: Concierto de Viernes Santo

Héctor Martínez Cabruja dirige Saludo a María, de Alfredo Morales
La Catedral anoche a las 7:30 parecía un edificio a punto de ser asaltado por centenares de personas que encontraron sus puertas cerradas y que pretendían lograr un asiento en los bancos del principal templo católico nacional, primado de América. ¿Qué pasaba con aquella masa desesperada por entrar? Estaba por comenzar el Concierto Sacro de Semana Santa, auspiciado por Banreservas desde 1998, y que resume talentos del canto lírico y la música en su más alto nivel de clasisismo sacro. El espectáculo tuvo una altura inusual, por la perfección de las voces, la armonía instrumental, la exigencia técnica de las composiciones y su dedicatoria especial al Hermano Alfredo Morales, principal impulsor de la música coral juvenil de la República Dominicana y fundador del Coro Estudiantil.



Delmonte Peguero se dirige al público antes de iniciar.
130 voces, 44 músicos sinfónicos, cinco voces solistas, cultivadas con la precisión y paciencia de orfebre (Rafaela Taveras, soprano; Glemmer Pérez, Mezzosoprano; Modesto Acosta y   Nelson Veras,  tenores y Johan Sepúlveda, bajo); un director satisfecho y socarronamente sonreído desde su asiento convaleciente, (Profesor José Delmonte Peguero), dos directores invitados: Fernando Herrera  y Andrés Capellán) y la voz indescriptiblemente hermosa de un tenor que se atrevió a desafiar los aires con su timbre limpio  y firme : Enrique Pina, quien hizo, por vez primera en el país Requien Op. 05 de Héctor Berlioz, una pieza que demanda técnicamente una destreza virtuosa, para permitir, al terminal el concierto, que coro, orquesta y solistas hicieran la compleja coral, intrincada en sus cruces vocales.
Enrique Pina, la voz más alta de la noche del Concierto de Viernes Santo.



El  Monseñor Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, junto al nuncio papal George Woosolonsky, el obispo Monseñor Arnaiz y el sub-administrador de Banreservas, José Guzmán Ibarra (representando al administrador, licenciado Vicente Bengoa) conformaron la línea primera de público, en el cual se escucharon  piezas de los maestros Friederich Haendel, Wolfang Amadeus Mozart, Giuseppe Verdi, Gioachino Rosini, Gabriel Urbain Fauré y Georges Bizet. 
El Cardenal López Rodriguez y el Nuncio Papal encabezaron el Concierto de Viernes Santo en la Catedral Primada.

El patrocinio del Concierto de Viernes Santos fue iniciado en 1998 por el Banco de Reservas y desde entonces ha creado una  tradición seguida por miles de personas que pugnan por los asientos disponibles en la Catedral, para disfrutar de una muestra de arte lírico esplendente.

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