Se impone darle apoyo a estas voces.
Nunca como ahora es necesaria la ación social para proclamar un freno en firme a esta epidemia de crimenes de género.
Nuestra hermana Hortensia Gonzalez, coordinadora de Casa Amarilla, en New York, nos envía este trabajo, a propósito del tema, seguido del comentario de mi amiga argentina Maria Porrúa, arquitecta y diseñadora de ropa con sentido local, quien estuvo hace poco en Arte-Miches 2012.
¿De qué color visto mi dolor?
Si el dolor se fuera a vestir de algún color, ¿Cual sería ese color?
¿Cómo me vestiría para expresar mi tristeza, sufrimiento, rabia y aflicción? Y
es que como mujer, hoy estoy en duelo porque aquí, allá y allende
los mares, las noticias vuelan trayendo las cifras alarmantes de cómo la
violencia hacia la mujer, sigue impune y rampante, cobrando vidas en una de sus
expresiones más violenta y que de forma muy acertada las feministas han llamado
feminicidio.
El feminicidio es un asunto que trasciende a los llamados países
tercermundistas, pobres o en vía de desarrollo. Es un flagelo que
afecta de igual manera al grupo de las grandes naciones del mundo o al muy
conocido G8. Nótese que tan sólo en la ciudad de Nueva York, el
número de mujeres asesinadas por sus amantes, esposos o ex parejas alcanzó la
cifra de 92 victimas en el 2011. De igual manera, según un reporte
de la policía neoyorquina -para el mismo año en cuestión- revela que
los incidentes de violencia doméstica que llegaron a esa oficina fue de 257,813
casos. Si se hace una simple proyección para los restantes 49 estados, me
pregunto ¿Cuál sería el saldo total? ¡Sin lugar a dudas
alarmante!
El análisis para República Dominicana, revela que en ese país caribeño, el
2011 cerró con 230 mujeres asesinadas. Para junio del presente año 2012, los
números ya arrojan que 105 mujeres han sido victimas de este crimen que afecta
a toda la sociedad dominicana.
Organizaciones dominicanas están convocando a un día de duelo el 11 de
julio y una concentración en el Congreso, para denunciar esa tragedia
nacional, que por demás ha caído en oídos sordos de un Estado Dominicano que se
muestra indolente a ese aumento en la criminalidad que afecta a las mujeres.
Nuestras hermanas en República Dominicana convocan a vestirse de luto ese día
en protesta, reflexión y llamado a un alto al feminicidio. Al mismo
tiempo, reclaman acciones concretas como la creación de refugios para las
mujeres y la población infantil que sufren en carne propia la violencia
intrafamiliar.
Nosotras aquí en New York, convocamos también a mujeres y hombres a que
nos vistamos de negro, blanco, gris, amarillo o del color que exprese su dolor,
para decir presente éste miércoles 11 de julio a la 1:30 PM frente al Consulado
Dominicano, en una vigilia en solidaridad con el llamado de nuestras hermanas
en República Dominicana. Juntas y juntos por una vida sin violencia. ¡Ni
una más!
HORTENSIA GONZALEZ. COORDINADORA CASA AMARILLA.
MARINA PORRUA. ARGENTINA (Quien recibió este post y reaccionó enseguida):
Ahhhhhhhhhhhhh, qué pasa por las cabezas de esos hombres, maridos, hermanos, novios, cuñados o simplemente amigos!!!
HORTENSIA GONZALEZ. COORDINADORA CASA AMARILLA.
MARINA PORRUA. ARGENTINA (Quien recibió este post y reaccionó enseguida):
Ahhhhhhhhhhhhh, qué pasa por las cabezas de esos hombres, maridos, hermanos, novios, cuñados o simplemente amigos!!!
Cuánta enfermedad social, pobres hombres, que seguramente serán el emergente de algo. Creo que hay que actuar, no tanto protegiendo a las mujeres, sino curando a los hombres. Y, obviamente, las mujeres deben dejar de considerar que los hombres tienen derecho al maltrato psicológico y físico. El abuso sexual en el marco de la familia queda encerrado como secreto del que no se habla, las niñas son maltratadas y abusadas con el triste consentimiento de madres, abuelas, hermanas que no pueden romper esa lógica. Está muy mal!!!!!!!!!!!!!!!!!!!. Hay que abandonar al perverso y condenarlo a la soledad, dejarlo como un paria, desterrarlo. Pero hay que animarse, sobre eso hay que trabajar.
Besos, Marina
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