Ceinet Sanchez evalúa el terremoto de Haití del 2010


A propósito de lo ocurrido el día 12 de enero del 2010 en Puerto Príncipe, un hecho que conmovió a la opinión pública mundial, es necesario que a la par del proceso de reconstrucción de Haití, en la Isla Hispaniola sigan desarrollándose iniciativas educativas orientadas a mitigar posibles daños y a responder ante las víctimas en situaciones de desastres, desde la cultura preventiva.

Ceinett Sánchez, periodista de investigación y autora del libro “Comunicación, Emergencias y Desastres”, al cumplirse tres años desde que Haití fuera abatido por un fuerte sismo que acabó con la vida de más de 200mil personas, asegura es vital seguir trabajando en el tema de gestión de riesgos e ilustrar a la población por todos los medios, sobre cómo debe protegerse, actuar o recuperarse ante fenómenos naturales peligrosos como los terremotos. 
Recuerda que en su libro “Comunicación, Emergencias y Desastres” publicado en el 2012, enfatiza en la importancia de aplicar el SENTIDO COMÚN y a la ACTITUD DE RESILIENCIA en situaciones de DESASTRES cuando los periodistas cubren un evento natural. “Hay que tener en cuenta, que la cobertura de una emergencia o desastre, por lo regular arrastra tragedia y dolor humano y son elementos que están en el corazón de lo que los periodistas hacen. 
Tomando un papel de vigilante para informar las noticias puede ser difícil, pero gratificante, pero también puede haber un precio personal que pagar, especialmente cuando los eventos traumáticos son parte de la ecuación, agregó. 
Durante el tiempo de un susto, trauma y tragedia extrema, es importante que los pensamientos de las personas, sus sentimientos y comportamientos sean reportados verazmente. Esa clase precisa de recopilación de datos, ayuda al público a digerir lo que está pasando y ofrece un marco para ver cómo ellos pueden comenzar a enfrentar la situación. 
Agregó la periodista, que “una de las decisiones más difíciles para los comunicadores es cómo cubrir las víctimas, los sobrevivientes y los testigos en eventos catastróficos. Cuando se presenta una crisis, las personas en general encuentran la confianza en la atención de los medios durante uno de los momentos más difíciles de sus vidas.  Por el otro lado de la ecuación, los periodistas tienen la responsabilidad de decir la historia y ayudar al público para entender el evento trágico. 
Los administradores de medios usualmente entrenan a su personal sobre el proceso de recolección de información, durante y después de una crisis. Pero a menudo otro tipo de adiestramiento es ignorado: PROVEER APOYO MORAL a los periodistas que cubren eventos catastróficos. 
Al reiterar su interés en el tema, insistió en que la prudencia, la moderación, la generosidad, la gratitud, la simplicidad, la tolerancia, la buena fe o el sentido del humor, pero lo más importante, tener a Dios en el corazón, permite a los comunicadores y a quienes tienen la responsabilidad de salvar vidas a través de la información, sensiblizarse con el dolor ajeno y desarrollar trabajos de calidad y más humanos.

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