Una de las marchas de la ciudadania madrileña esta tarde de sábado contra el escándalo Bárcenas. |
MADRID. -España está
encandilada y su capital se siente políticamente parece estar al borde de sus
límites ante la más grave denuncia de corrupción y pagos irregulares sin
aprobación fiscal, que involucran al presidente Mariano Rajoy, quien hoy
rechazó de plano toda imputación y ha intentado detener la ola de indignación
que se ha expandido y que mantiene esta noche la sede del Partido Popular,
rodeada a distancia policialmente impuesta, por varios miles de manifestantes
que coinciden en un pedimento: !dimisión!.
Las revelaciones, sobre un
documento manuscrito que ha tenido varias confirmaciones por parte de
dirigentes del PP que han explicado que recibieron recursos que eran para
apoyar a víctimas del terrorismo de ETA, aun cuando no es el caso de todos los
mencionados, cuando menos cinco dirigentes "populares". El Periódico, un medio
escrito madrileño, trae esta noche en su portada que el PP perdería 50 escaños
si las elecciones fueran hoy, develando el novel de desprestigio que le ha
acarreado la grave denuncia.
Esta noche, en el programa de
Tele 5, El Gran Debate, un "talk show" de una impecable producción,
partidarios de los dos partidos mayoritarios y ciudadanos, discutían el tema
dejando ver cuanta pasión involucra el tema.
Las manifestaciones se
iniciaron desde ayer, convocadas por las redes sociales a partir de grupos
ciudadanos, y que han sido respondidas por el blindaje policial de la sede del
PP.
Hoy se reunió, por convocatoria
de Rajoy, el Comité Central del PP, para conocer las denuncias, al final del
cual el presidente del partido y e gobierno, hizo una intervención de 14
minutos para decir que todo era falso, pero sin permitir preguntas de los
periodistas, lo cual ha sido duramente criticado.
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