Aysha, violinista y mujer, hipnotiza y encanta al público


Aisha Syed, alta,  hermosa, segura de si misma, disfrutando cada nota, crispada en sus momentos de intensidad, plácida en los pasajes revestidos de ternura en cada una de las  diez piezas que interpretó: las nueve del disco Pasión Latina y la pieza de Mozart que hizo al final de su presentación ante el reclamo de cinco jornadas de aplausos que la reclamaban de nuevo a escenario. GALERIA DE IMAGENES

La artista, ataviada de rojo, interpretó las piezas del disco Pasión Latina, editado por la casa londinense The Classical Recording Company y que ella ha llevado a Estados Unidos. Medio Oriente  y Europa, con su gira Pasión Latina Word Tour.


Aisha Syed ya no es  ninguna niña prodigio, ni ninguna adolescente excepcional al violín. Lo que se pudo disfrutar anoche en el Teatro Nacional fue el talento de una mujer violinista que deja ver en la pasión con que se entrega a su violín Antonius Pelizón, cedido por la casa de instrumentos británica Florian Fine Violins.


Aisha mostró el avance de su  indudable virtuosismo  infanto-juvenil  que le ha precedido en los escenarios. Se vio a una ejecutante  compenetrada y dominante de su instrumento y al que gerencia como parte de su propio cuerpo. 
Ella nos muestra una gracia interpretativa  bien gerenciada, digitación extraordinaria de su mano izquierda, toques especiales para reproducir golpes de sonido que asimilaban campanas, trinos y cánticos del más diverso origen musical.


El público escuchó entusiasmado el discurso musical de dos instrumentos y dos instrumentistas y lo hizo con tanto respeto que solo aplaudía cuando los finales terminaban en alto. Cuando las piezas tenían un final tierno, sutil, nadie osaba interrumpir el momento del éxtasis vivido en pasivo.


Los temas interpretados fueron Danza Española (Manuel de Falla, con arreglo de Fritz Kreisler), El primer beso (Julio Alberto Hernández), Zapateado de Pablo Sarante, El Grand Tango de Astor Piazzolla, La Suite Popular de Manuel de Falla. La Habanera de Pablo de Sarasate, Habamera. de Pablo Sarasate, Pampeana No. 1, de Alberto Cinasteras y Estrellita, de Manuel Ponce.


 La nueva imagen de Aisha la aleja del perfil juvenil y la plantea como una mujer desafiante con su violín  Antonius Pelizon, caminando frente a un escenario (el del Teatro Nacional) con público ausente.

Paganini
Antes de hacer la última pieza del concierto, la artista se adelantó en escenario, y a viva voz, anunció que interpretaría La Campanella de Paganini (de Nicolo Paganini), que es la única que sale de la línea temática latina contemporánea del disco, explicando que la hacía debido a que fue la pieza cuya interpretación le aseguró su entrada a la Yehudi Menuhin School, en Inglaterra.

 Un proyecto bueno
El concierto se montó a beneficio de la Comunidad Filarmonía y Mùsica, que apoya en 14 países a dos mil niños que transforman sus vidas mediante la educación musical. La pagina es www.fil-armonia.com, en la que se da cuenta de la existencia de núcleos orquestales en La Victoria, Los Mameyes, Los Guaríanos, Los Frailes y El Almirante, entre otras comunidades de escasos recursos.

Patrocinadores
El concierto de Aisha fue apoyado por  Ministerio de Cultura, Teatro Nacional, Banreservas, Seguros Universal  Pinturas Tropical, Jumbo y Supermercados Nacional (CCN). También co-patrocinan Alpha, sociedad de valores, Club de Lectores del Listín Diario , Screen Lan (en Agora Mall), Quiznos, Radio Listín,.Uepa Ticket, Editora Gramma, Hard Rock Café, Tasker y Quisqueya FM.

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