Los nuevos creadores fílmicos reciben el aplauso del público antes de la proyección de sus cortometrajes. |
El gusto, el amor , el estudio y la pasión por el cine nacional, tuvieron anoche en Fine Arts, al
fin, el premio necesario a que se hacían
acreedores quienes saben de cine y mantienen posturas críticas que se levantan,
con razón o sin ella, a las producciones de la naciente industria del cine
nacional. Lo vivido, tras la proyección de los seis proyectos, implica mucho
más que la complicidad incondicional de
familiares y allegados.
Hubo gente que debió quedar de pies porque la sala dos de Fine Art´s resultó pequeña |
Lo que se disfrutó anoche como emblema de lo “hecho
aquí” en la XV Muestra Internacional de Cine de Santo Domingo, fueron seis nuevas miradas, seis las válidas sorprendentes estéticas de un cine que se apunta hacia la
pendiente y anhelada identidad múltiple de un cine con vocación global. No se
trató únicamente de la necesaria solidaridad filial de parientes y relacionados
con los seis responsables de estos cortos.
La proyección
de Aquella que va sobre Zancos (Francisco Montás), Campeón (Mijail Peralta), La
Cucaracha -To Kill a Roach- (Laura Gómez), The End (Víctor González), El Seno
de la Esperanza (Freddy Vargas) y Mónica (Raymundo José), tuvo su
primer éxito desde mucho antes de que se proyectara el primera imagen, cuando el lobby de Fine Arts se vio colmado
por la cantidad de público, inmensamente superior a la capacidad de la sala en que se proyectarían.
El conjunto de los seis trabajos deja claridad en el
potencial de las texturas del color, lenguaje y las estéticas que impulsan a
los nuevos valores del cine local:
LA CUCARACHA (To Kill a Roach) . Laura Gómez, (Guión,
Dirección y protagonista), una producción de corte hiperbólico que utiliza el
tema del clásico pánico femenino a las cucarachas para dibujar el cuadro del amor de la mujer afectado por
la deformación emocional masculina. Una perspectiva del amor en deficiencia
trazada desde una parábola inocente. Buen
manejo de los aspectos de montaje, dirección de fotografía y valides en su
concepto. Una verdadera revelación de Laura Gómez, actriz nacional radicada en
New York, donde acaba de hacer estudios
de dirección en la Universidad de NY. Este fue su trabajo de graduación y que
ha resultado seleccionado por su calidad a varios festivales y eventos
especializados. Una perspectiva crítica a la violencia no expresa de hombres
que no saben apreciar el valor de las mujeres y que sólo podía ser denunciada
por una directora inteligente persistente y sensible, tal cual se revela la
Gómez.
Campeón (Mijail Peralta), Rodado los días 7, 8 y 9 de diciembre pasado en las verdes laderas
de un Miches distinto al de sus playas potencialmente promisorias y punto de
partida de las yolas de la emigración gris a Puerto Rico, es uno de los
trabajos de mayor consistencia pariendo de su concepto y de la consistencia de
sus talentos, particularmente de su protagonista Johnnie Mercedes, un actor de
un potencial que excede lo que puede mostrar en comerciales bancarios, y con quien incluso la crtítica ha sido injusta (comenzando con el autor de estas líneas) al pasar por alto sus consistentes condiciones histriónicas.Peralta
es uno de los directores jóvenes de mayor seriedad en el abordaje de sus temas
y lo muestra con el agudo criterio con que, sin caer en panfleto, expone un
tema social que pudo haber sido tan manido como previsible. Giovanni Cruz, en
sus brevísimas líneas, deja sentir su peso histriónico.
Aquella que va sobre zancos (Francisco Montás). Una revelación de estética
conceptual y visual. Un poema gráfico cargado de ternura y soluciones asertivas.
Es el mejor de los trabajos cortos acometidos por este prometedor joven
director, despertando un horizonte de ricas miradas hacia un cine necesitado de
identidad propia. Una joya interpretativa y visual.
The End (Víctor González) Un rejuego intelectivo sobre
la relación de quien escribe, sus historias y sus personajes. Una trama despojada
de localismos para asumir unos valores sobre la creación literaria, en la cual
conforman valores tanto sus efectos visuales impecables, como por sus textos
invitantes al ejercicio de la imaginación subjetiva en el marco de los
mecanismos de vida y ciclos de los personajes de la historia. Un gesto de
universalidad apoyado en buena técnica. Sorprendente el director que se apoya
en las habilidades de su equipo (particularmente en fotografía, edición, sonido
y efectos especiales) para dejar claro que el cine nacional tiene posibilidades
de expresión insospechadas.
El Seno de la Esperanza (Freddy Vargas), el director
de más largo ejercicio en los cortos presentados, toma un tema social, de una carga emocional que explota a partir
de la actriz que está tornándose en la principal figura femenina del cine de
estos momentos. Cheddy García, hace una estimulante versión para el cine del
gesto de solidaridad de Sonia Marmolejos – la madre dominicana recién parida
que acudió al Hospital Darío Contreras donde amamantó niños haitianos heridos
en el terremoto del 10 de enero del año 2010 con la sola expresión final que
congelada en primer plano y sustentada con música y textos escritos para rasgar
las venas, deja escapar las lágrimas del espectador más parecido en su
emotividad, a la pesada inexpresividad de las piedras. Llevar ese trabajo a un
largometraje, por lo que implica propiciar una corriente de hermandad entre
ambos pueblos que comparten una isla del Caribe.
Mónica (Raymundo José) Es el corto del hubiéramos
deseado mayor cuidado en su realización. Necesita de mayor trabajo en sus
detalles, en su interpretación y de superar los esfuerzos fílmicos para elevar
su impacto en tanto obra artística. No es que fuera el peor de los trabajos,
pero si que resulta el más necesitado de consejería crítica a fondo,
particularmente en los aspectos de fotografía e interpretaciones. Pudo haber
sido mucho mejor. El director tiene potencial, pero con ello no basta. Debe ser
el primer crítico de su trabajo y hacer conciencia de que no debe dejar huecos
y desniveles en todo lo que lleva su firma.
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