Un detalle del Eco-SPA de Casa Bonita |
La Cheff de Casa Bonita recoge del huerto orgánico lo que va a preparar para la comida de los huéspedes. |
Sus creadores, la familia Schiffino, son los que creyeron, se atrevieron a
invertir, a crear fuente de empleo especializada, a descubrir ellos primero que
había un patrimonio inexplorado: el de un turismo de calidad mundial, con
condiciones, si se ejecutaba adecuadamente, para llegar ser un destino de
apenas doce habitaciones, demandadas desde todo el mundo.
Hoy
día Casa Bonita ha logrado colocar el nombre de la República Dominicana en el
catálogo mundial de hoteles boutique de lujo, a pesar de estar enclavada en una
zona en la que es una instalación de este tipo en espera de que
otros empresarios con visión y esperanza, hagan lo propio e inicien proyectos
hoteleros (pequeños o grandes) que impulsen el desarrollo de la zona,
considerada como la de mayor variedad de atractivos que se concreta en más de
una condición excepcional.
Casa
Bonita, uno de los tres hoteles dominicanos miembros de la red mundial de Small Luxury Hotels of the World,
ha puesto al Sur de la República Dominicana en el mapa mundial de los hoteles
exquisitos, íntimos y orientados a un reducido número de huéspedes, de acuerdo
a su gerente, el mexicano Roberto Nolazco.
Esta
propiedad era la residencia solariega de la Familia Shiffino, la cual decide
dar el paso de tenerla solo para su recreación y transformarla en un hotel de
12 habitaciones, con una calidad de servicio fundamentado en los recursos
humanos y naturales de la zona, ha sido remodelada con un diseño que aproveche los materiales
de la zona, concebido y ejecutado por el arquitecto Rafael Selman, para
logar que estos espacios “hablaran” desde su silencio, desde que el huésped
llega a su recepción, pequeña, coqueta, amistosa y basada en la madera
para resultar completamente distinta a cualquier otra solución de entrada
hotelera.
En Casa Bonita se ha puesto en funcionamiento el primer Eco-SPA,
(unidad especializada de masajes, relajamiento y distensión) orgánica y
arquitectónicamente diseñado para producir una doble sensación: bienestar
que entra con ver este lugar y lograr una identificación e integración del
sitio con el ambiente. Natural en que está enclavado.
El eco-spa de Casa Bonita, dirigido por la mexicana Azucena Montes, Se llama
Tanama,
que significa refugio de Mariposas, y ofrece al huésped una experiencia
poco usual: poder recibir una sesión de masaje maya durante una hora o más,
sobre una camilla que está en las aguas del río.
Montés se siente orgullosa de la forma en que jóvenes de las comunidades
vecinas aprendieron a aplicar el masaje maya de relación y deleite corporal, a
los huéspedes.
El eco-spa está emplazado en medio de un bosque cuyos árboles
se han cuidado al extremo para mantener la vegetación natural. Todo su diseño,
realizado en materiales locales (madera, piedra, cuerdas de cabuya), está
armónicamente montado para dar una sensación de bienvenida a quienes llegan.
La sensación de recibir un masaje en dentro del río o en las instalaciones
techadas de cana, con la brisa natural acariciando el cuerpo y el sonido
de las del río y tierna explosión de las “vainas”
que explotan suavemente desde la corona de los flamboyanes,
mientras unas manos expertas ofrecen el masaje maya al cuerpo,
parte de un ritual que transporta y que deja una sensación de bienestar que
marca el alma como uno de esos premios vitales que alguna vez hay que darse.
Roberto
Nolazco y Azucena Montes, ambos mexicanos, están al frente de Casa
Bonita, que pertenece a la Familia familia Schiffino, y que se encuentra en el
catálogo de ofertas de la Small
Luxury Hotels of the Word.
Ambos
pertenecen a la firma
Prohotels International especializada en operar hoteles boutique en los
destinos más exclusivos del mundo.
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