Los Super: nuevo y genial giro en la comedia dominicana


Bladimir Abud en la labor de dirección actoral de Los Super.
Los Super constituyen uno de los pasos  de avance más importantes dados por la industria cinematografica local en los trillos, a veces criticados con razón , de la comedia de facturacion local. 




Dicho sea sin volteretas: vayan a verla desde este jueves: es  otro perfume, uno  que resume la perspectiva de un director capaz de incursionar en generos aparentemente distantes. Es, vista fríamente, una película que se disfruta como obra artística, independientemente de que sea dominicana  o de cualquier otro país.


Los villanos encabezados por Cuquín Victoria  (César Vandomal), al centro
. Miguel Pérez (Moronta) y Listebh Santos (Aura) completan el trio de malvados
Tras ver anoche su premiere de prensa y relacionados, la producción deja ese satisfactorio sabor de lo realizado con grados de excelencia, pese a algunos puntos que pudieron eliminarse o lograrse de mejor manera. VER GALERIA

Los Super es realizada con creatividad, con una crítico de la situación de inseguridad  y las manipulaciones por el poder político, que implica un claro  potencial  de cara al público y con condiciones para satisfacer, cuando menos en principio  a la crítica.
Desde el discurso visual de sus créditos, diseñados en base al esquema de los comics, comienzan  a prometer desde las primeras escenas, que la experiencia fílmica que llega es una realización artística y técnica llamada a trascender.

Ellis y Francia de Pérez, Elsa Turull de Alma, el director Bladimir Abud
 y otros ejecutivos de Larimar Films anoche en la premiere de Los Super.
FOTO CORTESIA DE DGCINE/Mark Mejía
Tras verla y disfrutar de sus actuaciones y  los resultados de  la labor técnica (que incluye novedosos efectos, tipo “comic”, Los Super resulta ser un  valioso aporte, fresco, atrevido y con un apego profesional al lenguaje del cine, salvo por algunos detalles que pudieron haberse omitido  logrado mucho mejor.


Al abordar el guión, el director Bladimir Abud, quien había demostrado su destreza para el drama social con La Lucha de Ana (2012), evidencia que no hay ni  géneros buenos  ni malos. Todo depende del acercamiento al tema, de la gerencia de sus factores (actuaciones, guión, fotografía, edición, música incidental, maquillaje y dirección de arte) para dar con la clave que lleva a abrir las puertas del corazón del público que deberá pagar por verla. Si la gente le toma la onda a partir de este jueves cuando llega a los cines producirá un efecto de atracción fílmica en cascada impulsado por la promoción “boca a boca” .
 
Cheddy García anota un punto brillante en su carrera de estrella del cine local,
 cuando hace de Cristina-La Poderosa

Las actuaciones
Bladimir Abud  logra con éxito el paso del drama social a la comedia de masas. Se reinventa como director. Cheddy  García y  Manolo  Ozuna sobresalen., por mucho.
Con Los Super, Cheddy García (Cristina-La Poderosa) ratifica que es hoy la actriz de mayor potencial de cara al cine de masas,  logrando en este caso una interpretación más que satisfactoria, pero que pudo claramente haber sido brillante y desternillante de risa.

El no apreciado nacionalmente Manolo Ozuna (Benito-Duromán ofrece una lección de histrionismo cómico y queda como el más destacado de los tres protagonistas a lo que le ayudan los textos bien escritos del Abud, quien ha hecho con éxito el paso del drama social a la comedia, también con su trasfondo social. Ozuna es un talento que el país no apreció y acogió con las condiciones suficientes para que permaneciera trabajando en la nación que le ha visto nacer. Actoralmente es lo mejor de Los Super.

Alan Brito (Belisario-Chepa) busca  con habilidad  colocarse a la a la altura de los dos  pesos pesados  con los que forma el trío protagónico y aprovecha adecuadamente sus condiciones de comicidad, fundamentalmente cultivada desde la televisión, género que le deja rasgos indudables su Los Super. 

Un desliz conceptual se le fue al director al ponerlo a piropear a una mujer que pasa a su lado, con un criterio tan tracionalmente machista que merecería haberse ido en la cesta de las escenas innecesarias. El detalle no aporta nada y refuerza actitudes patriarcales.

A los directores dominicanos les haría bien participar de un taller de género sobre la imagen de la mujer. Más de una vez lo hemos planteado.


Cuquín Victoria  (César Vandomal), asume el rol antagonista con peso y buena caracterización, aun cuando en momentos  luce un tanto acartonado, pero cumple muy bien con su rol.

Lisbeth Santos (Aura), con su rol secundario de asistente malévola de Vandomal, muestra de lo que es capaz esta chica al entregarse con profesionalidad a las indicaciones de supersonaje.


 Cheddy  García y  Manolo  Ozuna sobresalen.

Larimar Films hace una magnífica carta de presentación como  una de las nuevas productoras recientemente integrada a la industria del cine local, gracias a los estímulos de la Ley Nacional de Cine. 

La empresa se maneja con criterios muy profesionales para la gerencia de sus proyectos, invirtiendo lo necesario para la realización de las películas. 

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