¿Representa José Antonio Aybar un cambio en Acroarte?


Este sábado 27  de Julio se concreta un cambio de dirección de la Asociación de Cronistas de Arte de República Dominicana con las elecciones a las que acude una consensuada plancha encabezada por José Antonio Aybar, que implica diferencias que no se perciben a simple vista. 
Aybar comporta un cambio que no se ha avistado con detalles. No es antagonista de nadie. No es copia de nadie más. No es conjurado de nadie ni contra nadie. Hay que dejarle la libertad para aplicar, junto a su equipo, una nueva gestion.
El editor de Què Pasa, de El Nacional, de www.testigouno.com representa un nuevo perfil de dirigente que llega para fortalecer las conquistas obtenidas y atesoradas hasta el momento y para crear lineamientos nuevos en la gestión frente a Acroarte, enfatizando en la labor de formación de los cronistas en los aspectos técnicos, estéticos, históricos y sociales de las artes con las que tienen que bregar a diario quienes escriben sobre sus manifestaciones en la República Dominicana.

Aybar tiene su estilo y su librito, con características propias  y llega dispuesto a manejarse con ellos.
Aybar, reconocido por su trayectoria como cronista   y llega a la presidencia de Acroarte con la intención no de ser copia de ninguna otra dirección anterior sino de sentar un estilo nuevo, abierto, democrático, que logré ampliar las conquistas formativas a los cronistas e imprimir nuevos colores y densidades al  galardón más importante que premia el arte criollo en todas sus manifestaciones. 

Aybar igualmente debe abocarse a una revisión estatutaria que transparente la gestión sobre todo en el delicado tema de las relaciones públicas y el ejercicio de dirigente de Acroarte, tema que ha sido objeto de mucha hipocresía.  En este complejo tema se vinculan directrices éticas – que deben ser respetadas para que la labor de RR PP -- no interfieran en las decisiones de los veredictos del jurado y de la directiva. Es una distancia ética que se puede lograr apelando a la seriedad de los cronistas

 No es justo que el ejercicio de una función gremial, prácticamente voluntaria, implique una penalización laboral para quienes asumen un trabajo social adicional a sus responsabilidades profesionales. Lo ideal seria lograr que se cumpla el  precepto que inhibe de voto  a los cronistas en las áreas en que puedan tener intereses, una medida práctica que invalidaría la influencia directa en los veredictos de los inevitables intereses.

Jiménez, a quien se debe reconocer entre sus puntos fuertes el haber logrado un crecimiento al principal buque insignia de Acroarte, el Premio El Soberano, haber enfrentado y salido airoso ente la más seria crisis con los parientes de la eximia Casandra Damirón y finalmente la situación, en el tramo final de su gestión, generara por las críticas  (justas o no) del veteranísimo cronista Joseph Cáceres y otros cronistas, la sentencia judicial que lo reintegró como miembro de la asociaciones y la imposibilidad que tuvo para poder integrar una plancha con la cual participar  en estas elecciones  (plancha de debió haber tenido integrada sin tener que esperar que se le notificara que podía participar en las elecciones de este sábado).

Máximo Jiménez, cuyo ejercicio en Acroarte marcó un estilo que debe serle reconocido, sale de la presidencia dejando un Premio ratificado en su prestigio tanto por su montaje como por su veredicto (que siempre serán materia de debate por las partes interesadas no premiadas).

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