El montaje musical-navideño Willie y los cuatro villanos, comporta muchas sorpresas: Elizabeth Piña y Karina Larauri son dos de las más valiosas.
A Amaury Sánchez, cuando se pase balance de su aporte al arte escènico-musical del alto nivel, habrà un solo y grave problema: la Patria no tendrà como pagarle.
Cuando se revisa su trayectoria se determina que Sánchez y su labor docente más acabada, la Academia de Formación Artística (AFA), ha llegado a un punto de quiebra: no ha sido solo la producción de espectáculos escénico-musicales de calidad, tan importantes como el descubrimiento de nuevos talentos que ha conllevado.
Ahora con Willie contra los 4 Villanos, permite conocer a una mujer sorprendente: Estefany Piña (con algunos papeles secundarios en trabajos anteriores), pero que ahora despliega todo su talento y gracia, llegando la escena y hasta opacando (sin que nadie sienta molestia) el papel de los protagonistas. Junto a esta artista se destaca como debutante Karina Larraury, quien nos entrega una impecable jornada de actuación, baile y canto, con una acertifividad que merecería cualquier premio por haber logrado este. Javier Grullón muestra que es más que ”el hijo de Kenny”.
Javier tiene carisma propio y ha logrado destacarse en musicales, teatro y cine, en base a una indudable disciplina, estudio ensayos y perseverancia.
El diseño de los personajes está a cargo de la unidad creativa Moro Studio, para mucha gente los mejores en materia de ínventiva para comics.
El musical es una proeza desde el punto de vista técnico, por sus recursos audiovisuales, su escenografía sin precedentes, el juego de iluminación, acertada banda sonora (hecha en vivo).
María Castillo llena la escena con Penumbra, su personaje, evidenciando su versatilidad y su condición de maestra plena del teatro dominicano.|
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