Un recluso dominicano y ejemplar con cáncer y ¿sin atenciones?

Lo que ha pasado Julio de la  Cruz, un recluso dominicano, es ejemplo de comportamiento carcelario, es digno de una historia para el cine.
Tras cometer un delito, trasportar (por 200 dólares que le ofreció un amigo) una maleta con dinero del narco-tráfico (dice que no sabía que era de esa procedencia, aun cuando fue obviamente cuando menos ingenuo) fue condenado a 20 años, 12 por encima de lo que le debió haber correspondido.
Hoy día, se encuentra probablemente en la recta final de su vida, debido a  un invasivo cáncer en el estómago (ya le extirparon el 60% de ese órgano) pero su esposa Rosemary Pimentel, economista dominicana con quien casó en prisión en 2013, dice que lo mantienen  ahora sin darle las atenciones médicas correspondientes, como a la espera de que muera pronto.
constituyó en un ejemplo de buen comportamiento carcelario, estudió leyes, realizó cerca de 90 cursos y talleres.
El sostiene que  su condena fue excesiva en 12 años por encima de lo que le cabía (8 años).
En la prisión casó con una economista dominicana.


Tras quejarse de fuertes dolores en el estómago, solo le dieron medicamentos antiácidos (Ranitidina y Omeprazole). Pero era algo mucho más grave: cuando le llevan a un hospital, se le detecta un cáncer invasivo que le deja seis meses de vida.
Pimentel piden que le libere de la cárcel para darle tratamiento y que se pueda ser lo mejor dentro de sus condiciones, incluyendo la posibilidad de preservarle la vida.
Lo que paso:
A los cuatro días de llegar a New York en 2002, cometió el peor error de su vida: aceptar el encargo de llevar una maleta con dinero  que posteriormente supo era producto del narco-tráfico, a propuesta de un amigo que le pagaría 200 dólares. Fue apresado, golpeado e interrogado sin la presencia de un abogado. Se le presionó para que dijera quienes estaban “más arriba”. No lo sabía, s y no pudo hacer ningún acuerdo. 
El otro implicado,  José Miguel Vásquez,  confiesa y lo descarga, indicando que fue contratado para llevar el dinero y que no tenía que ver con la  dirección operación. Era un “cómplice menor”
Rosmery denuncia
Su esposa, Rosemary Pimentel, quien   estuvo a visitarlo ayer jueves en el centro hospitalario,  sostiene que el se encuentra enflaquecido y amarillento, muy desmejorado y que no está recibiendo las atenciones médicas ni medicinas de acuerdo  con la gravedad y urgencia de su dolencia. 
Indica que Julio de la Cruz, además de haber sufrido una condena 12 años  más de lo que ameritaba su delito (8 años, según las leyes que cita), además de haber tenido un comportamiento ejemplar, de haber hecho una cantidad record de cursos y talleres, además de estudiar leyes para conducir su propio caso, ahora está sometido a un tratamiento casi criminal al dejarlo sin los medicamentos que requiere su cáncer.
“Este dominicano no puede ser abandonado por las autoridades dominicanas de consulado  y embajada, su caso debe preocupar a la comunidad dominicana ya que es un ejemplo de discrimen” afirma Rosemary Pimentel, al salir de verlo.
 Dijo que  desde  de mediados del mes de Agosto Julio  vomitaba vomitando y tenía dolor de estómago.  y como no lo atendían.  protestó y se busco un problema: en solitaria. Finalmente, lo atendió un gastroenterólogo en solitaria y solicito que le hicieran una endoscopia, que no le hicieron. Ya Julio no estaba asimilando la comida, estaba en solitaria y no tenia atención médica apropiada.
El  5 de Diciembre el paciente  colapsó con convulsiones epilépticas causadas por la falta de nutrición. Lo sacaron de emergencia, con sospecha de ataque cardíaco. 
Lo ingresaron en el hospital San Francis de Trento New Jersey y después de estabilizarlo, él explicó su condición real y le hicieron una endoscopia, que  descubrió un tumor masivo. 
Le hicieron una biopsia y resulto ser cáncer gástrico en cuarta etapa. El 12 de Diciembre, fecha en que cumplió 50 años de edad, lo operaron, removiendo 60% de su estómago.

Dice la esposa, lo tienen sin atenciones médicas, como esperando a que se muera. El caso llama a urgente actuación de la embajada dominicana en Estados Unidos y particularmente de las del consulado  en el Estado de New York.

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