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| Este ballet Mexicano mas bien parecia flamenco,. Foto de ITB. Berlín 2014 |
GUADALAJARA. Jalisco.
Aprovecho mi estancia en esta ciudad azteca para exponer algunos
criterios sobre lo que entiendo fue lo bueno y lo no tan bueno de la
participación mexicana en la Feria Internacional de Turismo de Berlín 2014, en
la cual el país azteca fue el invitado.
Como plataforma de promoción, incluso al costo que implica
una contratación como esa, fue considerable el impulso a la marca-país México
que representó aquella participación. Los pabellones diversos estuvieron
bendecidos por la presencia de la artesanía y los proyectos mexicanos, sus
destinos, su colorida presencia. Valió la pena hacer la inversión, llevar la
Secretaria de Turismo, aun cuando debió haber estado el presidente Enrique Peña
Nieto, quien desaprovechó una circunstancia costosa, importante y que no
volverá a repetirse.
La noche inaugural de la ITB fue muy marcada, como era lo
lógico, por lo mexicano. El país invitado de honor contrató a una importante productora
alemana de espectáculos al que logro un nivel muy internacional al espectáculo
de esa noche y creo que ahí radicó uno de los fallos: el arte vivo mexicano,
sus principales artistas (que son muchos y muy buenos) no estuvieron en escena.
México es una de las naciones que tiene
más artistas trascendentes del presente y el pasado.
La interpretación de La Bamba, puso un poco a tono el asunto que se mejoró bastante cuando un mariachi de peso, hizo Sigo Siendo el Rey y otras piezas clásicas.
El primer número de
zapateado, a cargo de bailarines vestidos de negro, parecía muy flamenco (aun cuando fuera de un foklore mexicano poco
conocido). El espectáculo no reflejó con exactitud el arte, aun cuando los
efectos de una gran pantalla digital, permitiera ver destinos, artesanía,
figuras históricas, pero todo estaba tan acabadito, tan formal, que no pudo
proyectar ese temperamento vivo y vivaracho del México popular y esperanzado.
México, en ITB estuvo bien. Pero pudo haber sido mejor.Pudo
haber sido más México.
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