El Accidente
Cerebrovascular (ACV), infarto cerebral, derrame cerebral o apoplejía es una de
las que mayor incidencia negativa tiene entre los periodistas de la República
Dominicana.
En las
últimas semanas, que sepa yo, este mal ha puesto en un hilo la vida de
los periodistas Marcos Tejeda Céspedes, de Santiago; Félix González, de
Montecristi; Manuel Vólquez, de Barahona y quien reside en Santo Domingo.
Y hace poco atentó contra la vida de Manuel Ureña, de San Pedro de Macorís, y
de Francisco Gónzález, de Barahona.
El Colegio
Dominicano de Periodistas está a la espera de que el presidente Danilo Medina
publique el decreto estableciendo la tradicional pensión que concede anualmente
a un grupo de periodistas, lo que hace siempre en el mes de Abril.
Entre los
casos más recientes que hemos citado, se encuentra el del periodista
santiaguero Marcos Tejeda Céspedes, internado en el Centro Clínico La Unión
Médica de Santiago el 13 de mayo de este año, en cuya Unidad de Cuidados
Intensivos permaneció en estado coma durante dos semanas.
Otro caso es
el del también periodista Félix González, de Montecristi, interno desde el
lunes dos de junio en la Unidad de Cuidados Intensivos del Centro Cardiorenal
del Cibao Ciencia Tecnología al Cuidado de la Salud (CENCARCI) de Santiago,
donde además padece de un paro respiratorio que lo mantiene en estado de coma.
En tanto que
Manuel Vólquez, director de Relaciones Públicas del Plan Social de la
Presidencia, sufrió un ACV por el que fue internado, el sábado 7 de junio en la
Sala de Cuidados Intensivos de la Clínica Alcántara y González de esta capital.
En lo
relativo Tejeda Céspedes, la cuenta acumulada en el Centro Clínico La Unión, de
Santiago, sobrepasó el millón de pesos, reducido un poco por la intervención de
Colegio Dominicano de Periodistas, que todavía debe a la clínica RD$362,000.00
(trescientos sesenta y dos mil pesos) sin contar el 80% que ya cubrió el seguro
y pagos parciales que hicieron sus familiares .
El costo de
las atenciones de Félix González no se sabe a cuánto ascenderá, pues su
situación se ha complicado con el paro respiratorio y ha estado en coma desde
su ingreso al centro asistencial.
Tampoco se
sabe el monto que cobrará a clínica que asiste a Vólquez.
De lo que sí
estamos seguros es de que los números subirán al extremo de que, como en el
caso de Tejeda Céspedes, el Instituto de Previsión del Periodistas (IPPP) y el
CDP tendrán que salir a la calle a buscar ayuda, ya que los salarios que
perciben los compañeros no le alcanza para sufragar los gastos que conlleva
esta enfermedad, ni ninguna otra, además de que “la seguridad social” ni es
segura ni es social.
El ACV es
provocado por el taponamiento o la rotura de una arteria del cerebro.
Generalmente viene acompañado de arterioesclerosis e hipertensión arterial y
según los expedientes que tiene el CDP en su poder, de los periodistas que
solicitan pensiones del Gobierno, es la primera causa de invalidez de los
comunicadores sociales del país y una de las principales causas de muerte.
Estos tres
compañeros como muchísimos otros estamos seguro que quedarán en situación de
dependencia, por lo cual urgen de ayuda o más bien de una pensión del Estado,
como lo otros periodistas que han solicitado esta asistencia y que están en la
lista que tiene la Presidencia de la República y de la cual todavía no ha dado
respuesta.
Entre esos
compañeros figuran Guillermo Antonio MacDougal, Francisco Marcelino Tiburcio,
Julio César Vásquez Capellán, Francisco González, entre otros.
ACV
Las
enfermedades cerebrovasculares constituyen, en la actualidad, uno de los
problemas de salud pública más importantes. Son la tercera causa de muerte en
el mundo occidental, la primera causa de invalidez permanente entre las
personas adultas y una de las principales causas de déficit neurológico en el
anciano.
El daño
cerebral supone una rotura en la trayectoria vital del paciente y, por su
elevado coste sociosanitario, condiciona las situaciones familiares, sociales e
institucionales.
0 Comentarios