Jaime Santos,  director y fundador de la compañía  española Chana Teatro nos ha resultado  gran sorpresa hispana en el VIII Festival al Internacional
del Teatro con Gaudemaus (¡Alegrémosnos!),  ofreciendo una lección del teatro objetal (el
que se apoya en objetos cotidianos a los que impregna vida efectiva gracias a
las tonalidades expresivas de la voz y el gesto, en  recursos en los cuales este artista  evidencia una singular maestría.
Con
la gracia de un maestro del teatro, relata que la  novela  El Licenciado Vidriera, de Miguel  Cervantes, de la cual se relaciona con El
Quijote (por el personaje central, sus ideas obsesivas  y su  tendencia a la relatoría de historias), aun
cuando es mucho menos conocida. 
Por su
planteamiento argumental,  muchos críticos
han vinculado al "El licenciado Vidriera" con el  Quijote ya   el
personaje principal es un hombre discreto e inteligente, que a causa de una
desaforada lectura pierde el seso y se convierte en un  monomaníaco que se cree con cuerpo de cristal
y que podría romperse por cualquier golpe o caída inesperados. Como en el caso
de  Don Quijote, se convence de ser un caballero andante.
Apoyado en objetos cotidianos (botellas, botijas, cafeteras,
collares, papel aluminio, burbujas, cacerolas) Sánchez utiliza su abanico de
expresiones verbales y una gestualidad corporal que suman valor a su propuesta.
Teatralmente,
Teatro Chana, fundado  en Madrid por
Jaime Santos hace 14 años, hace atractiva la oferta de clásicos de la
literatura, en un código atractivo y efectivo, de alta facturación artística,
en capacidad de llevar a descubrir o re-descubrir la literatura por la vía de
lo escénico bien gerenciado.
| Aplauso final del público ante la propuesta de El Licenciado  Vidriera. por Chana Teatro, con Jaime Santos.  | 
Son
los clásicos  vistos de otra forma, una
amigable  dispensación artística que
promueve  el reconocimiento del público  de la literatura de valore escrita en otros
tiempos.
Sinopsis
El monólogo
relata una novela clásico de Miguel de Cervantes, El Licenciado Vidriera,  publicada en 1613, editada por Juan de la Cuesta y en la que se cuenta
la historia del estudiante Tomás Rodaja, quien  se va a  Salamanca a estudiar acompañando de un noble y
allí se licencia con honores; viaja por diversas ciudades de Italia,  pero pierde la razón a causa de una pócima de
amor que le han suministrado en secreto y  sufre de una monomanía que le lleva a pensar
que su cuerpo  es  de vidrio y ser sumamente frágil, por lo que
se obsesiona con la idea de romperse en mil pedazos. 
Cuenta la
Biblioteca Virtual Cervantes, que el estudiante Tomás Rodaja marcha a Salamanca
a estudiar acompañando de un noble y allí se licencia con honores; viaja por
diversas ciudades de Italia,  pero pierde
la razón a causa de una pócima de amor que le han suministrado en secreto y
cree tener el cuerpo de vidrio y ser sumamente frágil, por lo que se obsesiona
con la idea de romperse en mil pedazos.  Sin
embargo, su agudeza es sorprendente y todos le consultan a modo de consejero.
Finalmente recobra el juicio, pero ya nadie le contrata, ni va a verle.
Sin embargo,
en la "novela ejemplar" la locura del personaje no es más que una
excusa, apenas desarrollada, para la presentación de enseñanzas generales,
mientras que la de don Quijote se desarrolla y se presenta con infinidad de
matices a lo largo de la obra. (Wikipedia, 2014)
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