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El
arte nos salva.
La
capacidad para elevar la percepción de la vida que aportan los artistas, no
tiene forma de ser pagada. El arte nos preserva. Nos permite sentir ese sentido
de compañía deseada, amigable, no irritante.
El
arte salva. Extiende laureles en donde había piedras y espinas.
El
arte sana…. Y salva.
El
acto creativo nos trasciende y nos hace trascender. Gracias a los responsables
de Grease. A todos los que protagonizaron esa jornada de belleza coral,
teatral, escenográfica, danzarina de fuerza y ritmo.
El arte no solo cura y salva. Nos ingresa a un universo de privilegios.
Nos
salva la música, nos preserva la danza, nos eleva el canto, nos envuelve el
cine, nos transforma el dominio de la luz, nos toca como nada esa capacidad
creativa para imaginar mundos, todo en un solo propósito.
Se impone democratizar el derecho al disfrute del arte: lograr que el acceso sea general y no con las barreras financieras de las boletas dos mil pesos, sin las restricciones que se adjuntan a condición de la pobreza
La foto de portada es de un servidor. 2017 EDANCO.
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