Si no nos quieren, no nos inviten (Chavón-Prensa)

Mi punto no puede ser más simple: si no nos quieren en Chavón, no nos inviten. No hagan ruedas de prensa y envíen corporativamente las notas de prensa por vía de relaciones públicas.

No se tomen el gasto y la molestia de invitarnos si es para agredirnos.

(Aclaro que excluyo de este enfoque a Grupo Metro y a Hugo Beras, los cuales al enterarse del problema dieron las instrucciones correctas para acabar con un abuso que se cometía a sus espaldas.)

No vuelvo más a cubrir nada en Altos de Chavón, para que desde ahora se ahorren convocarme.

Fui uno de los periodistas "invitados" a cubrir el magnífico y virtualmente indescriptible concierto de Plácido Domingo en Altos de Chavón el pasado viernes.

No pienso volver a ese lugar porque lo ocurrido allí en el trato con la prensa, llegó al límite.

No recuerdo una sola ocasión en que no haya sentido tensión y hasta temor a la entrada de ese gran escenario. En Altos de Chavón, sus ejecutivos y las compañías de seguridad tienen que revisar qué ocurre.

No si es lo exquisito y el olor a dólares que se siente en el ambiente, si es alguna predisposición especial para con los periodistas, o el capricho de alguién que desea manifestar el Trujillito que carga invariablemente cuando se está en un puerto circunstancial de poder (como el de agente de seguridad privada), pero en Chavón se manifiesta una "vaina" con las y los periodistas. Hasta las agentes de seguridad mujeres son agresivas y groseras.

Aun cuando no se ha publicado suficientemente como fueron los hechos, me permito ilustrar qué pasó.

Gracias a las fotos de Chicho Morillo, veterano fotógrafo y magnífica adquisición del diario HOY.

Ir a cubrir un evento de Altos de Chavón es distinto de asistir a cualquier otro lugar. El operativo de seguridad, que tiene plena justificación, nadie cuestiona eso, está pensado para evitar situaciones. Hasta ahí nadie puede cuestionar eso.

El problema está en la forma de gerenciar esos operativos. Falta imaginación, falta creatividad o sobra el criterio tradicional y opresivo del militarismo. No se qué es, pero "algo" hay.

No soy experto en seguridad, pero es claro que entre los objetivos de un operativo exitoso de seguridad se encuentran prioritariamente los siguientes:

1- Que no se sienta que existe un operativo de seguridad.

2-Que si se llega a sentir (porque no se les puede pedir a los encargados que sean invisibles) que no produzca tensión.

3.- Que la relación con el público (el invitado, el asistente, la prensa, etc.) sea amigable y respetuosa.

Si no se cumple con esos objetivos, aun cuando se impida el "atentado terrorista permanentemente imaginado", el operativo es un fracaso.

Eso ocurre en Chavón.

Los operativos de seguridad (en el que concurren los agentes propios de Altos de Chavón, reforazados por alguna compañia privada) son una ostentación de recursos y personas ataviadas de paramilitares para impresionar, sugestionar y someter psicológicamente al visitante.

Y en el caso de la prensa, para completar el cuadro, esos operativos tienen una base decididamente predispuesta, agresiva y grosera. No se si hay una orden en ese sentido, lo que dudo. Me parece que estos muchachitos les encanta jugar a la imposición de la autoridad a quienes consideran "inferiores" y en su lista de "invitados inferiores" estamos "los de la prensa".

El pasado viernes 20m cuando llegamos a Altos de Chavón

a cubrir para El Nacional junto a Diomelo y Chicho Morillo, del diario HOY, se coronó el trato que tradicionalmente recibimos en ese lugrar: a pesar de ser invitados, de tener una boleta para la zona de prensa, los chicos de seguridad nos retuvieron y nos mandaron a esperar "una función especial" en un rinconcito oscuro. Teníamos que esta ahí, pese a que el espectáculo estaba comenzando.

Entonces llega un "ejecutivo" del espectáculo - no se si de Chavón o del equipo de los organizadores del concierto - y nos explica que debíamos esperar´fuera hasta que el cantante invitado terminara su presentación y una vez recibiera las flores y los últimos aplausos, el cantaría tres o cuatro canciones extras, lo que marcaba el momento para nosotros - que estaríamos de pie hora y media esperando fuera- entraríamos.

No ha leído mal. Tal cual.

Desde luego que protestamos. Tomamos fotos. Uno de los de la seguridad de Chavón voceó por su sistema de comunicaciòn que "estaba siendo amenazado" con ser fotografiado", - lo cual era un derecho de los fotógrafos y periodistas presos momentáneamente- . Entre los medios representados y "apresados" por la seguridad estaban:

Agencia EFE

Diario El Caribe

Listin Diario

El Nacional

Hoy.

elpanoramadiario.com

El Día

7días.com

crónicadigital.com.do

En las imágenes se puede ver a periodistas de los diarios El Día, Agencia EFE, El Nacional, El Caribe, varios medios digitales, Listín Diario y hasta el veterano cronista Carlos T. Martínez, quien pertenecía al equipo de promoción del propio espectáculo como coordinador de la Rueda de prensa y Maestro de Ceremonias de la misma. Hay que reconocer la diligencia que tuvo Alfredo García para que "nos liberaran" y nos permitieran asistir al espectáculo al que fuimos invitados, el último al que asisto como periodista.