Un dirigente comunitario y profesor secundario muestra una de las cuevas en el Karso de Los Haitises. La situación que involucra la Cementera del Consorcio Minero Dominicano en el Karso de Los Haitises se encuentra ahora en el àmbito jurídico y tocará a los tribunales decidir si el proyecto es viable o si, por el contrario, debe ser cancelado. La victoria inicial obtenida por quienes se oponen a la Cementera, se suma al aspecto de una mejor terminada imagen pública por parte este sector, reforzado por la ganancia en el aspecto psicológico colectivo obtenido hasta el momento, sobre todo por el impulso que se dió desde el principio a la causa desde El Gobierno de la Tarde, y particularmente por parte de la periodista Consuelo Despradel. Puede que las emisiones de polvillo puedan ser controladas, como al efecto se ha logrado en muchas otras partes del mundo. Es esta una parte de la verdad que nadie en contra del proyecto desea acepta. El problema insoluble y para el cual técnicamente no hay posibilidad de resolver, es el de las aguas subterráneas. Una industria cementera que va a explotar el que probablemente sea el mayor reservorio de roca caliza del pais, no cuenta con formas de impedir el daño a las aguas subterraneas. Ese es el problema y no otro. Los voceros del Consorcio Minero Dominicano se habían manejado con una torpeza extraordinaria al negar información a los medios de prensa que no consideraban "amigos" y al asumir una actitud de mutis o escape de la confrontación técnica, pensando que era suficiente con tener la vocería de un periódico de alcance nacional. Teniendo muchas razones técnicas a su favor, porque ciertamente el criterio de las industrias verdes reducen hasta en un 3% el impacto ambiental de las emisiones nocivas, no supieron tomar la delantera . En los últimos días se nota una diferencia en la forma de proyectar las posiciones de la empresa, lo que hace suponer que han contratado alguna agencia de relaciones públicas, que bien necesitaban.
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