Marcos Yaroide e Ingrid Rosario: el poder transformador de la canción cristiana

Marcos Yaroide, poseedor de la la voz más singularmente diferenciada de los cantantes cristianos masculinos dominicanos  y la intensa e inspiradora cantante colombiana Indrid Rosario, mostraron  la eficacia de la canción como  la más elevada y estética forma de evangelización efectiva en  su  en su concierto Revolución de su Gloria,  el sábado en la noche en el Estadio de Boxeo Carlos Teo Cruz. 
El concierto fue a beneficio del Albergue para niños y adolescentes del Ministerio Iglesia de Amor de la Profecía, El Nazareno, organizador del espectáculo.

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Marcos Yaroide vocalista y pastor de la Iglesia Cielos Abiertos, inició el espectáculo con el dominio escénico que le proporciona una personalidad que ha labrado con consistencia en su interpretaciones y la auto-exigencia que se tiene a si mismo como compositor. 

Su nombre completo es Marcos Yaroide Mejìa Ralbalde, hijo de Guandulito, uno de los tres más representativos mùsicos de todos los tiempos en la Repùblica Dominicana.

Centenares de cristianos concurrentes al concierto Revolución de la Fe, iniciado a las 9:40 del sábado 16 y finalizado entrada la primera hora del domingo 17  un encuentro de arte y fe en sus expresiones nobles y estéticamente realizadas.

 Era la misma trayectoria que demostraba el valor de la canción como forma elevada práctica de la unción de la palabra cristiana como forma de fue una fiesta de  a una convocatoria del artes musical que habrá de ser recordada por mucho tiempo, haciendo relación de sus éxitos, hasta terminar con “Todo se lo debo a él”. 

Marcos Yaroide, hizo galas de un singularísimo estilo moderno, su voz grave  tan única, la belleza de los textos que compone y los arreglos modernos a piezas  clásicas dentro de la discografía cristiana, como La Gran Tribulación ,  Estanislao Marino. nacido en Italia, de procedencia venezolana.

Yaroide muesta en su actuación el carisma de una personalidad artística que resulta impactante y llamativo. Es una voz firme, grave y con una potencia que le permite ascender sin mayor esfuerzo  a las escalas más altas del pentagrama, mientras que ministra su mensaje como pastor entre pieza y pieza.

Ingrid Rosario, colombiana de padre dominicano, es increíble que una voz tan potente pueda tener asiento en un cuerpo sencillo y breve, como el suyo. Ella fue responsable del cierre del concierto, mostrando una fuerza extraordinaria en su interpretación.

Dotada,  por algún designio divino, de una voz intensa, de una facilidad para ministrar y con una grácil forma de  danzar los temas modernos que interpreta, la cantante estremeció la concurrencia, conformada sobre todo por seguidores de diversas iglesias evangélicas. En diversos momentos de su actuación, lloró de emoción.

Las canciones de la colombiana, muy conocidas por su persistencia en los programas de las estaciones cristianas, similarmente a lo ocurrido con las piezas de Yaroide, ganador el pasado año del  entonces  Premio  Casandra en el Renglón Cantante de Música Cristiana Contemporánea.

Yaroide y Rosario escribieron este sábado una página de glorificaciòn y fé desde sus talentos de arte. Aquello no es fácilmente definible.