Ross ha tenido en prisión un comportamiento ejemplar.
No es gracioso pedir su libertad a partir del hecho cometido y tomando en cuenta la tasa de rechazo que generan sus radicales posturas políticas y de estrategias de mercadeo.
Pero, para el caso, la razón y la justicia, llaman a que se le otorgue libertades.
Cumple con lo necesario y más que eso.
Ross es el tipo de persona que te "cae muy bien " o te "cae muy mal", incluso antes de hacer lo que hizo.
No es justo que se le mantenga en prisión si ha purgado con ejemplar comportamiento, su pena.
Pido su liberación en la misma medida en que solicito la misma excarcelación para todos los privados de libertad que cumplen esas mismas condiciones:
1) Haber cumplido más de la mitad de su pena
2) Haber tenido un comportamiento adecuado, aportador, no conflictivo, en prisión.
La Defensoría Pública ha realizado periódicamente estudios sobre la población privada de libertad y uno de sus reclamos ha sido justo este: el incumplimiento de las normas de libertad condicional o excarcelación de acuerdo con los términos protocolares establecidos.
¿Seguimos pensando la prisión como venganza social irreductible? No es la intención de la pena carcelaria reintegrar finalmente a los confinados a la vida social productiva.
Yo traté personalmente a Pablo Ross cuando fui su empleado en Cadena de Noticias. Y mi experiencia no fue buena. Mucho ego, demasiado ego. Y adoptó medidas en mi contra, pero ¿es esa una razón para permitirme el silencio frente a una situación que le afecta a él y a cientos de privados de libertad en las mismas condiciones.
Pido la libertad de todos los que cumplen con los requisitos para ser excarcelados.
Incluyendo a Pablo Ross.
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