¿Y hasta cuándo?
La violencia contra las Mujeres

A Susy Pola y Ada M. Alvarez

¿Es qué no nos duele la muerte de tantas mujeres?
¿ Nos estamos volviendo insensibles ante esta masacre cotidiana? Las noticias sobre el asesinato de mujeres por parte de sus maridos, novios, ex-novios, enamorados, y un largo etcétera, son pan de cada día y en todos los países. Parece una gira de sangre que no se detiene. Mujeres dominicanas, puertorriqueñas, españolas, colombianas, venezolanas y de toda nación imaginada siguen siendo asesinadas por la estúpida creencia de que son propiedad de cualquier individuo que las haya enamorado o que simplemente las aspire. Las leyes contra la violencia han cambiado, se han endurecido las penas, se ha creado una estructura jurídica que tiene sentido se género, pero quienes administran la justicia (incluyendo a jueces mujeres) a veces parecen no tener idea del grado de salvajismo que representa para una sociedad el libertar a los asesinos, o entenderles sus "razones pasionales". El machismo latino americano no está en condiciones de aceptar que "su mujer" miró a otro hombre y la pena, en ese horripilante esquema de dominación es la muerte.
Parecería que ahora que hay más leyes contra la violencia a la mujer, matan más mujeres que antes. No es así. Se matan tantas mujeres como antes. Pero ahora se nota más. Los periódicos hacen editoriales contra la violencia, se implementan programas de educación en género en las escuelas, se crean defensorías especiales o fiscalías destinadas, hay cada vez más organizaciones de refugio y defensa de las mujeres abusadas. La espiral de muerte no se detiene ante nada. Ahora los asesinos toman la variante de evitarle gastos al Estado en prisión y juicios y -afortunadamente.- se suicidan. Pero no es posible. No es posible. Es mucha sangre derramada. Mucha locura sangrienta cebada en el absurdo. Situaciones que se pueden resolver con una conversación franca, de cara a cara, con respeto, se sellan con la sangre de las mujeres.
Hay que detener esta espiral de sangre.
Ya está bueno.
Nadie es de nadie.
Lo amado no es del amante.
Lo amado es de lo amado.
(Nuestro respaldo a Ada. M. Alvarez, novelista joven nacida en Puerto Rico y su magnífico blog www.lacoctelera.com/loquenodije Entren a visitarlo. Su dirección es loquenodije@yahoo.com)