Cuando se realiza un acto de justicia, todo el mundo cambia.
La Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña protagonizó un acto de justicia cuando otorgó el Doctorado Honoris Causa a tres artistas de la música que han descollado con brillantez en el mundo.
Quienes asistimos a la ceremonia académica percibimos en ritctus de justicia que constituyó esa esa entrega.
Juan Luis Guerra
Michael Camilio
José Antonio Molina
Los tres tienen en común:
- una actitud especial hacia la música,
- Un amor afirmado por sus familias
- estudios en el exterior del país,
- una postura de respaldo a los jovenes talentos
- o de asistencia a sectores poco favorecidos por la fortuna
- y una consagración total al arte.
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La entrega de tres doctorados Honoris Causa fue un acto sellado por voces emocionadas que se quebraron, como la de Michel Camilo cuando habló de su país y su esposa Santa, o como la de un aún increíblemente tímido Juan Luis Guerra, que agradeció a Jesús todo lo que le ha reportado su carrera y que destacó cómo Nora, su esposa, fue estudiante de esa universidad privada, o con las palabras de un José Antonio Molina que se dejó embargar por la emotividad del momento y lanzó ese necesario llamado a enfrentar como nación todas las dificultades del momento presente. Lo que hizo anoche la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, no fue reconocer al nivel académico más elevado que se podía a tres figuras fundamentales de la música.
Fue más que eso. La UNPHU les dijo a Juan Luis Guerra, Michel Camilo y José Antonio Molina cuán importantes han sido y cuán trascendente es mantener la humildad aún cuando se está en los pináculos de la fama y el objetivo de toda la prensa.
La solemne ceremonia fue encabezada pro el rector, arquitecto. Miguel Fiallo Calderón, acompañado de Eugenio Garrido Saviñón, presidente de la Fundación Universitaria Dominicana; la Secretaria de Educación, Ciencia y Tecnología,
Ligia Amado Melo de Cardona; el doctor José Rafael Espaillat, vicerrector de Gestión; la maestra Daniela Franco De Guzmán, vicerrectora académica; el ingeniero Víctor Beras Carpio, vicerrector de post-grado, investigación y desarrollo.
Estaban en primera fila los familiares de los tres músicos y entre las personalidades de la comunicación se destacaban Huchi Lora y Jochy Santos. Fiallo Calderón tomó el juramento de rigor de los nuevos Doctores.
La licenciada. Daniela Franco de Guzmán, Vicerrector
a Académica, tuvo a su cargo la semblanza de los tres artistas. "Es para mí un placer y un enorme privilegio el introducir ante ustedes a estas tres glorias del arte nacional, aunque en honor a la verdad ellos no necesitan presentación, pues están en el corazón de cada dominicano y todos ustedes conocen su trayectoria profesional, su empeño y esfuerzo para promover lo mejor de nuestro país", expresó la vicerrectora Franco al inicio de la presentación.
El mérito que tiene la iniciativa de la UNPHU es incuestionable al adelantarse con aguda visión de justicia a otorgar estos doctorados Honoris Causa.
El Auditorio Horacio Alvarez Saviñón casi se llena y el ambiente fue emotivo, pero el acto hubiera resultado mucho más ágil y atractivo de haberse producido al tono de las figuras homenajeadas. La lectura detallada de las biografías de los tres reconocidos se pudo haber segmentado para entregar el doctorado Honoris Causa al concluir cada biografía, en lugar de leerlas las tres sucesivamente. La presentación de esas biografías, en un salón de audiovisuales como ese, pudo haberse documentado con un corto fílmico de cada uno de ellos y sobre todo con segmentos de su música. Pero se trata de sugerencias a ser tomadas en cuenta. El acto de anoche en la UNPHU, aún cuando no fuera producido con un sentido artístico, tiene una indudable trascendencia y lo que uno se pregunta es "¿Por qué nadie lo había hecho antes?"
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