Testimonio de un jurado del Premio Nacional de la Juventud


Este es el jurado del Premio Nacional de la Juventud al inicio de las deliberaciones el pasado jueves 15 de enero. Se trabajó durante 12 horas. Foto: Secretaría de Estado de la Juventud.

Soy jurado del Premio Nacional de la Juventud.Me ha parecido importante testimoniar la forma en que hemos trabajado en la selección de los y las ganadoras en las 14 menciones del certámen a entregarse mañana. Respeto los puntos de vista de quienes objetan nominaciones y postulaciones, pero me permito responder con los míos.Ser jurado no es fácil. Ser juez de la labor de los demás coloca a uno frente a los egos de la humanidad. A nadie le desearía que sea juez de nadie. Pero alguien debe hacerlo. Con responsabilidad y transparencia.
Caiga quien caiga, como dice Máximo.
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Fui designado en el mes de noviembre pasado por el Comité Ejecutivo del Colegio Dominicano de Periodistas como delegado oficial para el Consejo de Selección del Premio Nacional de la Juventud, un organismo multidisciplinario tal y como lo establece la Ley 20-93.
Luego del anuncio oficial del Consejo Nacional fue realizado en una rueda de prensa, celebrada en el mes de diciembre pasado y de acuerdo con el mismo, sus miembros éramos:




  • Casilda María Ávila, del Departamento de Excelencia Académica de la Secretaría. Educación;

  • Junior Arias Noboa, de la Secretaría de Estado de Deportes;

  • el padre Luis Rosario por la Pastoral Juvenil;

  • el deportista y gestor olímpico Juan Luís Rodríguez del Comité Olímpico Dominicano;

  • el joven empresario Rafael Mendoza, de Jaycees 71

  • y un servidor José Rafael Sosa, Secretario de Educación del Colegio Dominicano de Periodistas.


Tras hacer la convocatoria mediante un lema elaborado en un acertado código juvenil (¿Cuál es tu fuerte?), un poco más 10 mil presentaron sus documentos postulando al Premio en una de las 14 categorías o renglones: Aportes a la Cultura de Paz, Servicios Voluntarios a la Comunidad, Desarrollo Cultural, Jóvenes destacados en el Exterior, Bienestar Social Aportes a la Salud, Liderazgo y Servicio Rural, Liderazgo Religioso, Deportes, Comunicación, Aportes al Desarrollo Empresarial y Aportes a los Derechos Humanos.
Previo a la selección final de los ganadores, el Premio Nacional instituye premiaciones regionales que están a cargo de los Consejos Provinciales, área en la cual el Consejo Nacional no tiene intervención.
Estos Consejos Regionales se ocupan de seleccionar de entre el grueso de expedientes sometidos aquellos que, cumpliendo con los requisitos, tienen mejores condiciones. Posteriormente por regiones se le reconoce o premia en ese nivel a los seleccionados por esos Consejos.
Los mejores expedientes de entre los nominados por esos Consejo Regionales, llegan a consideración del Consejo Nacional, los cuales son ya una pequeña proporción de los presentados inicialmente gracias al proceso de selección a que son sometidos previamente. En los veredictos de nominación por parte de esos Consejos Provinciales son soberanos y sus veredictos se atribuyen directamente a sus integrantes.
Fuimos convocados para la selección final de las personas que finalistas y ganadores del Premio, el jueves 15 de enero a las cinco de la tarde en la sede de la Secretaría de Estado de la Juventud.
Desde esa hora comenzaron a llegar los integrantes del Consejo Nacional o sus representaciones (como en el caso del Padre Luis Rosario, que tenía excusa médica). Encontramos a Elic Fernández, coordinador del galardón y al Secretario de la Juventud, licenciado Franklin Rodríguez con los expedientes que finalmente llegaron, tras todo el proceso previo, a nuestra consideración.
Como eran 14 renglones nos dividimos en grupos de tres personas para estudiar tres o cuatro renglones cada uno y llevar una resolución con los tres nominados por área a fin de que el Consejo en Plenaria, decidiera el o la ganadora.
No me sorprendió el manejo tan profesional y ético de la mecánica establecida. A los grupos se les asignaron renglones en los cuales no hubiese posibilidad de conflictos de intereses. Por ejemplo, al grupo en que estaba (integrado por las representaciones de la Secretaría de Educación y los Jaycees 72) no nos tocó seleccionar comunicación, debido a que yo era periodista y podría estar expuesto a desarrollar preferencias.
Doy testimonio de la libertad que tuvimos para analizar cada expedientes, para solicitar de los funcionarios de la SEJ los datos complementarios que necesitábamos, las aclaraciones sobre el mecanismo de selección propuesto por la ley.
No hubo presiones ni sugerencias, por parte de los ejecutivos del Premio Nacional de la Juventud, para que nos inclináramos a favor o en contra de determinada postulación y las recomendaciones que hicimos para cada uno de los renglones, fueron aceptadas previas las consideraciones del plenario.
En total trabajamos doce horas y 23 minutos, hasta las cinco y 33 minutos del día siguiente. Nadie se imaginó que duraríamos tanto tiempo. Desde la media noche, las llamadas de nuestras familias, se hicieron frecuentes y presionadotas para que " se deje eso así y ven para tu casa".
Nadie se durmió. Fue una jornada corrida, intensa, compleja y desarrollada democrática y limpiamente.
El resultado es un veredicto limpio, responsable y transparente que confiamos se acerque lo más posible al sano sentido de justicia.
Ese veredicto será conocido mañana sábado en el Palacio de Bellas Artes.

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