Agrademos las fotos del rodaje a Quepasa.net y a la producción de Megadiva.
Roberto Angel Salcedo no es monedita de oro. No le cae bien a todo el mundo.
Y no es por un asunto personal entre él y los críticos tradicionales.
Fuera de dudas está el hecho de que es un trabajador incansable y que sus áreas son cine y televisión.
E igualmente queda fuea de debate que su estilo de producción de películas tiene como objetivo primario el que sus cintas gusten al público y, consecuentemente, produzcan beneficios .¿No es eso lo que procuran los negocios?
El tema sería para debatir por horas. Porque lo ideal es que sus películas pudieran conciliar el sentido estrictamente comercial con el exigente (a veces exigente en demasía y otras veces, justo) de los críticos.
Megadiva llega a pantallas el proximo jueves 26 . Esperamos que le vaya muy bien. Reconocemos ahora lo bueno y lo no tan bueno que tiene Megadiva. Este es un proceso indetenible que debe llevar al mejoramiento de la industria del cine local.
Está vez, el cine local estrena un nuevo director: Geancarlos Beras, un talento técnico de bajo perfil que se limitó a hacer su trabajo lo mejor que pudo, logrando un resultado (fotografía, dirección de cámaras) bastante aceptable.
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La película tiene entre sus atributos:
Buena fotografía.
Un oppening en animación bien enlazado con las imágenes reales.
Una actuación muy buena por parte de José Manuel Rodríguez, hilo conductor de la historia.
Buen sonido ambiental.
Atractivos comerciales para atraer el gran público (lamentablemente con el gancho de priorizar el cuerpo de la Jessica Grau, motivación publicitaria con la que no estamos de acuerdo).
La validez de su mensaje final a las chicas que aspiran a ser “megadivas”.
El atrevimiento de Roberto Ángel de atreverse a seguir haciendo cine sin Ley Nacional de Cine y con los críticos profesionales en contra.
La inteligencia de desarrollar el centro de la historia desde un colmado, lo cual permitió al mismo tiempo acreditar los productos patrocinadores y reducir gastos logísticos.
El uso de la iluminación está bastante bien logrado, en especial en las escenas nocturnas.
La actuación dramática de Nuryn Sanlley, quien da peso a su personaje, una especie de “alter ego moral” de la trama. Sanlley está actualmente viviendo una etapa de renovación histriónica. Baste verla en el musical El Violinista en el Tejado, que está montando Guillermo Cordero en el Teatro Nacional.
Obviamente se ha utilizado el cuerpo de la Megadiva (Jessica Grau) como un gancho comercial para impactar en el público popular, tan impresionable como primariamente instintivo. Foto de la Producción Megadiva.
Megadiva tiene elementos que serán cuestionados:
El carácter comercial que en ocasiones se impone a los criterios artísticos, (baste ver el cartel, el cual insistimos pudo haber sido mejor. Los carteles y la imagen pública de las películas comerciales tienen mucho que asimilar de las producciones independientes. ¿habrán visto el cartel del corto Olvidarte, de Francisco Montás) No hay que hacer mucho esfuerzo para lograr esa calidad.
La mala imagen que le han labrado los críticos a la producción cinematográfica de los Salcedo. (Con razón o sin ella)
La falta de capacidad de desdoblamiento de la mayor parte de los actores, quienes aún no logran actuar para cine. Puede que el público general no lo perciba pero se debe insistir en la profesionalización del histrionismo de cine. Hay que estudiar actuación para cine.
1 Comentarios
Respecto a esta nueva producción, repito, no puedo opinar.