Maria Montez se impuso en base a valor, persistencia y talento en los años 40`s, cuando era difícil enfrentar los moldes raciales y discriminantes, autentica luchadora mujer que fue , en los años 40 y fue la responsable de que mucha gente se enterara que existía la Republica Dominicana.
Sus restos están aquí en el Cementerio de Mont Parnase, el mismo en que descansan los restos de Jean Paul Sastre, Simone de Beauvoir, Chales Baudelaire y otras de este nivel.
Pero Maria Montez está la muy sola. Y muy triste.
Sus restos están aquí en el Cementerio de Mont Parnase, el mismo en que descansan los restos de Jean Paul Sastre, Simone de Beauvoir, Chales Baudelaire y otras de este nivel.
Pero Maria Montez está la muy sola. Y muy triste.
“Si Hollywood es la ciudad del espectáculo, yo ofreceré el mío” llegó a decir María Montez.
Es hora de que esos restos sean trasladados a Republica Dominicanas, y en su patria, sean sepultados en su natal Barahona.
Es hora de que esos restos sean trasladados a Republica Dominicanas, y en su patria, sean sepultados en su natal Barahona.
FOTOS del Cementerio de Mount Parnase: Domingo del Pilar y Eilenn Glass.
Cuando llega a Hollywood, donde compite hábilmente por el estrellato y lo consigue, a pesar de la magnitud de los obstáculos que la separaban del triunfo. María eligió el apellido Montez en honor a una famosa bailarina aventurera llamada Lola Montez. Pensó que acoplaría muy bien con su personalidad y con su primer nombre de pila.
Hizo 21 filmes norteamericanos, 2 franceses y 3 italianos para un total de 26 producciones, gracias a las cuales el nombre de nuestro país figura en casi todas las enciclopedias e historias del Séptimo Arte.
Primero fue modelo de la más alta categoría, María Montez triunfó como actriz en una Alvarito Arvelo, en una de sus Cápsulas dice: “En aquellos años de la década de los 40 era muy exigente, excluyente y hasta racista, imponiéndose ella como mujer súper hermosa, extraordinariamente elegante, carismática, talentosa y llena de juventud y laboriosidad”.
En 1944, consolidada en los estudios de la Universal como la Indiscutible Reina del Technicolor, gozaba del privilegio de ser considerada una de las mejores actrices de todos los tiempos de la industria.
Hoy en día, películas como Noches de Arabia, Ladrón de Venecia y Retrato de un Asesino son calificadas como clásicos en su género y son exhibidas en salas de arte y universidades en los Estados Unidos.
La artista falleció en la tina de su baño el 7 de septiembre de 1951, sin que se le hiciera autopsia. Las teorías que se manejan son:
1) Sufrió un paro cardíaco a consecuencia de un shock que le habría producido el contacto con el agua caliente (45 grados Celsius).
2) El calor del agua le provocó un desmayo y a consecuencia de éste se ahogó.
María fue la segunda de 10 hijos que engendraron la pareja, la cual mostró un interés muy marcado por el cine desde muy temprana edad, lo que la llevo a aprender inglés (el que aprendió sin maestro) escuchando canciones y leyendo revistas norteamericanas.
Su primer trabajo en New York fue posar para la portada de una revista por la suma de US$50.
McCleland Bracly, famoso pintor newyorkino, la conoció a través de la prensa. Desde entonces comprendió que nadie encarnaría mejor que ella el prototipo de la mujer cosmopolita, cuyas características raciales no son específicas de ninguna región del mundo en particular. Así él no tuvo que superponer distintos tipos raciales para ejecutar su obra de arte.
El 1° de octubre de 1942, María encontraría el amor. Se enamoró a primera vista del apuesto caballero que, pese a ser alto (6 pies de altura), de tez blanca, ojos azules y pelo rubio, tenía cierto aire que lo diferenciaba del promedio de los norteamericanos. Era el actor francés Jean Pierre Aumont, que estaba contratado por la Metro Goldwin Mayer, para actuar en The Cross of Larraine.
La “Reina del Technicolor”, como la bautizaron en Hollywood en los primeros años del deslumbramiento de esa especialidad cinematográfica.
Cuando llega a Hollywood, donde compite hábilmente por el estrellato y lo consigue, a pesar de la magnitud de los obstáculos que la separaban del triunfo. María eligió el apellido Montez en honor a una famosa bailarina aventurera llamada Lola Montez. Pensó que acoplaría muy bien con su personalidad y con su primer nombre de pila.
Hizo 21 filmes norteamericanos, 2 franceses y 3 italianos para un total de 26 producciones, gracias a las cuales el nombre de nuestro país figura en casi todas las enciclopedias e historias del Séptimo Arte.
Primero fue modelo de la más alta categoría, María Montez triunfó como actriz en una Alvarito Arvelo, en una de sus Cápsulas dice: “En aquellos años de la década de los 40 era muy exigente, excluyente y hasta racista, imponiéndose ella como mujer súper hermosa, extraordinariamente elegante, carismática, talentosa y llena de juventud y laboriosidad”.
En 1944, consolidada en los estudios de la Universal como la Indiscutible Reina del Technicolor, gozaba del privilegio de ser considerada una de las mejores actrices de todos los tiempos de la industria.
Hoy en día, películas como Noches de Arabia, Ladrón de Venecia y Retrato de un Asesino son calificadas como clásicos en su género y son exhibidas en salas de arte y universidades en los Estados Unidos.
La artista falleció en la tina de su baño el 7 de septiembre de 1951, sin que se le hiciera autopsia. Las teorías que se manejan son:
1) Sufrió un paro cardíaco a consecuencia de un shock que le habría producido el contacto con el agua caliente (45 grados Celsius).
2) El calor del agua le provocó un desmayo y a consecuencia de éste se ahogó.
María fue la segunda de 10 hijos que engendraron la pareja, la cual mostró un interés muy marcado por el cine desde muy temprana edad, lo que la llevo a aprender inglés (el que aprendió sin maestro) escuchando canciones y leyendo revistas norteamericanas.
Su primer trabajo en New York fue posar para la portada de una revista por la suma de US$50.
McCleland Bracly, famoso pintor newyorkino, la conoció a través de la prensa. Desde entonces comprendió que nadie encarnaría mejor que ella el prototipo de la mujer cosmopolita, cuyas características raciales no son específicas de ninguna región del mundo en particular. Así él no tuvo que superponer distintos tipos raciales para ejecutar su obra de arte.
El 1° de octubre de 1942, María encontraría el amor. Se enamoró a primera vista del apuesto caballero que, pese a ser alto (6 pies de altura), de tez blanca, ojos azules y pelo rubio, tenía cierto aire que lo diferenciaba del promedio de los norteamericanos. Era el actor francés Jean Pierre Aumont, que estaba contratado por la Metro Goldwin Mayer, para actuar en The Cross of Larraine.
La “Reina del Technicolor”, como la bautizaron en Hollywood en los primeros años del deslumbramiento de esa especialidad cinematográfica.
Cuando llega a Hollywood, donde compite hábilmente por el estrellato y lo consigue, a pesar de la magnitud de los obstáculos que la separaban del triunfo. María eligió el apellido Montez en honor a una famosa bailarina aventurera llamada Lola Montez. Pensó que acoplaría muy bien con su personalidad y con su primer nombre de pila.
Hizo 21 filmes norteamericanos, 2 franceses y 3 italianos para un total de 26 producciones, gracias a las cuales el nombre de nuestro país figura en casi todas las enciclopedias e historias del Séptimo Arte.
Primero fue modelo de la más alta categoría, María Montez triunfó como actriz en una Alvarito Arvelo, en una de sus Cápsulas dice: “En aquellos años de la década de los 40 era muy exigente, excluyente y hasta racista, imponiéndose ella como mujer súper hermosa, extraordinariamente elegante, carismática, talentosa y llena de juventud y laboriosidad”.
En 1944, consolidada en los estudios de la Universal como la Indiscutible Reina del Technicolor, gozaba del privilegio de ser considerada una de las mejores actrices de todos los tiempos de la industria.
Hoy en día, películas como Noches de Arabia, Ladrón de Venecia y Retrato de un Asesino son calificadas como clásicos en su género y son exhibidas en salas de arte y universidades en los Estados Unidos.
Homenaje en RD
Cuando se anunció su muerte, el 7 de septiembre de 195, el impacto en el mundo el arte fue tremendo. Fue sepultada en el cementerio de Mont Parnase, donde se encuentran hoy sus restos junto a los de Tina Marie Aumont, su hija.
El 19 de septiembre siguiente, centenares de personas en Santo Domingo, cientos de personas acudieron al cine Santomé para presenciar un homenaje póstumo, efectuado el 19 de septiembre de 1951. Antes de iniciarse la exhibición de Las Mil y una noche y Alí Babá y los 40 Ladrones, dos de las películas más famosas de María, el público allí reunido, que superaba la capacidad de la sala, se puso en pie para guardar silencio por espacio de un minuto. Inmediatamente después, varias personas circularon por los pasillos repartiendo fotos de la inolvidable artista, cuya muerte había causado profundo pesar en sus compatriotas.
En Santo Domingo, en mayo de 1998, pusieron una estrella de bronce en honor a María Montez en el Bulevar de la Juventud y de las Estrellas de la Avenida Winston Churchill.
4 Comentarios
Oscar Gómez
www.mariamontez.net
Gracias!!!
Miguelina SANCHEZ
Originaria de Ciudad Nueva.