Pocos hombres machos se pasean con sus hijos de esta forma.
Los hombres deberiamos aprender a desarrollar la ternura por nuestros hijos y abandonar el ridiculo esquema que nos remite a ser patriarles abastecedores.
El impacto de la imagen fue intenso. Tras haber recibido muchos anos de las versiones que nos contaban de una Colombia signada por la violencia, el narcotrafico y la guerrilla.
No es que no existan violencia, sicariato, narco y guerrilla. Es que no son el sinonimo de 41 millones de colombianos que trabajan y aman con esperanza de ser mejores como pueblo,.
Esta es una nacion digna de ser conocida en ese rostro que ignoramos.
El colombiano es un pueblo de paz.
Colombia merece la paz.
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( Aquí escribimos la parte de entrada que veremos extendida )
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