La de Altagracia Paulino, defensora de los consumidores desde hace ya 30 años, es una cabeza bien puesta.
Ahora como directora del Instituto de Protección del Consumidor, ha tenido que aceptar las exigencias de ese cargo, lo cual le ha enfrentado sucesivamente con todos los sectores que ofrecen servicios o productos.
Ha hecho decomisar e incinerar miles de productos pasados de fecha o deteriorados, en establecimientos cuyos propietarios debían ser sometidos a la justicia y denunciados.
Es la misma funcionaria que denunció la estafadora de muchas envasadoras de gas Propano, los que robaban al público al cobrarles por una cantidad y entregar otra del GLP, lo cual se ha puesto en agenda común un engaño que ella misma sigue denunciando.
Es la misma cabeza bien puesta que exigió se cumpliera la ley en materia de los contratos de adhesión, contentivos de cláusulas abusivas (se dice que unas 27) y que le generó el rechazo de las empresas a las cuales se les solicitó los depositaran para su estudio.
Ella debió enfrentar la postura escrita de asociaciones empresariales bancarias que manifestaron su oposición a entregar los contratos a ProConsumidor.
Ella enfrentó una campana de prensa por parte de articulistas y hasta el Colegio Dominicano de Abogados, (la peor de sus metidas de pata), rechazando que la ley se cumpliera.
Ella enfrentó la oposición inicial de la Superintendencia de Bancos, la cual finalmente operó como factor facilitador de la situación, lo cual debe ser reconocido en justicia.
Contra ella se sometió un recurso de amparo a instancia de entidades bancarias para impedir la entrega de los contratos.
Contra ella se gestó toda una maniobra para que fuera destituida en los cambios tradicionales que se verifican a partir del 27 de Febrero.
Lo que hizo el presidente Fernández fue reconocerle como mujer meritoria el 8 de Marzo.
Lo que ha hecho finalmente la Superintendencia de Bancos fue entregarle todos los contratos de adhesión, los cuales serán estudiados ahora en el plazo de 30 días que se ha dado Proconsumidor. No depende de estar o no en un cargo, para el cual ha sido ratificado.
Altagracia Paulino es el tipo de funcionaria que deberíamos tener en todos los puestos decisorios de administración pública.
Durante este proceso, no estuvo sola.
Supo quienes estaban realmente a su lado.
Por creer en ella.
Por apoyar una gestión que prestigia cualquier Estado.
La de Altagracia Paulino es una cabeza bien puesta.
Nos llena de orgullo el decirlo.
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