La XV Feria Internacional del Libro está abierta al público desde hoy jueves y hasta el domingo 6 de mayo, con una propuesta que pinta ser exitosa, inquietada tan solo por el abuso de los parqueadores que anoche cobraban hasta 200 pesos por estacionar un vehículo en la calle, la incertidumbre sobre cómo estarán esta vez los precios de los libros y la esperanza que suponen para los estudiantes los bonos escolares que ofrecerá la Lotería Nacional.
Libreros consultados durante la jornada, indicaron que presentarán ofertas feriales con precios adecuados, pero habrá que ver si esas afirmaciones se corresponden con la realidad. Algunas importantes librerìas capitalinas, que han sido símbolo del mercado bibliográfico, enfrentan una seria crisis. Librería Thesaurus, por ejemplo, tendrá ofertas de hasta un 70 por ciento en planes de liquidación total.
El Ministro de Cultura, José Rafael Lantigua sintetizó los números de la Feria : 1,350 atracciones; 35 títulos puestos a circular por las editoras del Ministerio (otro record); 425 expositores; presencia de 194 casas editoriales; 16 editoras internacionales que exponen por vez primera; 350 conferencias, 18 coloquios y paneles literarios; 89 nuevos libros que en total serán puestos a circular y 63 escritores procedentes de 17 países.
Pero, la Feria es más que sus números, expresó el Ministro de Cultura, José Rafael Lantigua, en el discurso central y explicó que la actividad no puede verse separada del proceso que implican acciones culturales vinculadas íntimamente al fomento de la cultura y la lectura: formación de 62 talleres literarios (en los que participan 700 personas); la integración de 3,757 promotores y promotoras de lectura y la celebración de los congresos de Bibliotecarios y la Jornada Nacional de Lectura, la donación de 146 mil libros a 63 bibliotecas entre un espectro de centros culturales o educativos que incluyen desde grandes universidades hasta comunidades relativamente lejanas de la gran vida urbana, entre otras acciones.
La entrega décimo quinta de la Feria está dedicada a Enriquillo Sánchez un poeta, ensayista y escritor de excepción por la finísima ternura de sus textos y sus agudos enfoques tanto sobre literatura como sobre la vida social dominicana, su vida y obra habrá de ser un descubrimiento para mucha gente, sobre todo estudiantes a quienes sus profesores mandarán a escribir su biografía.
Una dulce e inteligente mujer de cultura, María Eugenia Paniagua Castillo, Secretaria General de la Coordinación Educativa y Cultural Centroamericana del Sistema de Integración Centroamericana quien en lugar de adoptar el facilismo del discurso protocolar, se adentró en reflexiones exquisitamente escritas sobre el destino del libro impreso frente a la lectura sobre luminosidad de la pantalla digital.
Ella hablaba en nombre de los países invitados: Belice, Honduras, El Salvador, Panamá, Guatemala, costa Rica, y Nicaragua. Su una intervención inteligente y sensible, respondida por aplausos salidos del corazón del público.
La cinta para abrir la Feria fue cortada por el presidente Leonel Fernández, acompañado por la Primera Dama , Margarita Cedeño de Fernández, el vice-presidente, Rafael Alburquerque, la ministra de Educaciòn, Josefina Pimentel, Alejandro Arvelo y Pedro Antonio Vàldez, director general y ejecutivo de la Feria , y Alexander Santana, vice.ministro administrativo de la Feria del Libro.
Durante la ceremonia se entregó el trofeo de la Feria , - un libro abierto y forjado en bronce por José Ignacio Morales (El Artístico)- a la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, en sus 50 años, recibido por su rector, Monseñor Agripino Núnez Collado; los directores de los diarios Diario Libre y El Día, Adriano Manuel Tejada y Rafael Molina Morillo, por su servicio de información y orientación durante 10 años.
También se reconoció a la editora de Grupo Santillana, Ruth Herrera; el fundador de Editorial Santuario, Isáel Pérez; la co-fundadora cubana de Colección Dienteleche, Olga María Pérez; el editor español Juan Pascual, de Grupo Galaxia, de España y el librero puertorriqueño David James, ambos constantes en su presencia durante los 15 años de la Feria del Libro.
Fue un acto de justicia a estos gestores de la lectura. Sana justicia hecha a quienes fomentan la lectura.
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