La advertencia es clara: Nadie
que acuda a disfrutar de este espectáculo visual (que es lo que finalmente
resulta, esquemáticamente hablando) que aspire a encontrar la consistencia de
un guión (pese a que Vengadores le saca la ventaja en este plano), pero en la
seguridad de que tendrá un paréntesis fílmico y evasivo al más alto nivel.
Argumento trillado. Muy trillado. No hay nada nuevo en una invasión de alígenas,
que esta vez entran por las azules aguas del mar, frente a la poderosa fuerza
naval norteamericana. La crítica especializada tiene sus puntos de vista.
La diferencia se produce, admirablemente, en la forma, en la envoltura,
en lo que se ve y escucha, en la
perfección del efecto como base del cine de consumo, sin ser demasiado plato de miel para ser pensado. Nunca estuvo
Hollywood tan claro en su diseño de producción para dar con una película espectacular, perfecta en sus
efectos, bien fotografiada, con un diseño de sonido envidiable, con un menú de
acción espectacular salida de toda referencia ordinaria, con un guión no
pensado para ningún ser pensante pero en la capacidad de llamar a taquilla a
todos los jevitos del mundo.
Basada en el mítico juego
"Hundir la flota" de la compañía Hasbro, nos presenta la increíble
batalla naval que enfrentará a la
Marina de los EEUU, y a una raza alienígena que ha venido a
nuestro planeta a arrebatarnos el agua de nuestros océanos.
El teniente Alex
Hooper (Taylor Kitsch), quien protagonizó
la fracasada John Carter y que ahora se reivindica, bajo las órdenes del almirante Shane (Liam
Neeson), se quedará al cargo de una pequeña flota de destructores de distintas
nacionalidades, para enfrentar la amenaza extraterrestre.
Lo que si resulta interesante es
el tratamiento técnico, pese a la falta de concepto textual del guión, sobre
todo si se llega con el pésimo precedente de John Carter (un fracaso total como
super-producción de Disney y el éxito de Vengadores (Avengers), todas apoyadas
en el efectismo visual, pero de resultados disímiles en taquilla.
Battelship es desde este
jueves una propuesta de cine que impone
la onda del consumismo de la imagen comercial y que resultara casi obligado
para el público juvenil, y para ese público
que gusta de la ficción, enarbolada por su cargamento de aventura futurista, la
presencia de Rihanna ( como la sub-oficial Raikes), quien actúa bien gracias a
una férrea dirección que hizo a un lado su referente artístico, la perfección
magistral de sus efectos especiales y todo ello a pesar de la fragilidad lírica
de sus diálogos.
Un presupuesto 200 millones
de dólares apostado con certero criterio
comercial, para ratificar el sentido holywodense de ese olfato que apunta a
lograr en pantalla lo que la gente de todas las latitudes, querría ver. Tiene
tanto atractivo, que mucha de la gente que la vió anoche en la premiere
auspiciada por Caribbean Cinemas, adelanta que volverá a verla pagando
taquilla. Tal cual es su fuerza.
La batalla naval, sorprendente
y desquiciante, podrá aspirar a los mejores efectos especiales en los Oscares,
pero nada de verla en la casilla de las nominadas a “la mejor película”. La
industria sabe retribuir el olfato comercial
pero sin excederse en méritos inexistentes.
Los créditos
Película: Battleship. Dirección: Peter Berg.
País: USA.
Año: 2012.
Género: Acción, ciencia-ficción.
Interpretación: Taylor Kitsch (teniente Alex Hopper), Brooklyn Decker (Samantha Shane), Alexander Skarsgård (comandante Stone Hopper), Rihanna (suboficial Raikes), Liam Neeson (almirante Shane), Josh Pence (jefe de operaciones Moore), Jesse Plemons (Ordy), Tadanobu Asano (Nagata), Hamish Linklater (Cal).
Guion: Erich Hoeber y Jon Hoeber.
Producción: Sarah Aubrey, Peter Berg, Brian Goldner, Bennett Schneir y Scott Stuber.
Música: Steve Jablonsky.
Fotografía: Tobias A. Schliessler.
Diseño de producción: Neil Spisak.
Vestuario: Louise Mingenbach.
Distribuidora: Universal Pictures International Spain.
Estreno en USA: 18 Mayo 2012.
Estreno en España: 13 Abril 2012
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