No basta con hacer una película. Hay que tratar de hacerla bien, que su producción tenga los stándares mínimos de calidad en su producción. Tratar de trabajar sin prisa y con las mejores condiciones posibles.Si no tiene eso, no haga una película.
Lío de Falda le encantó anoche a la concurrencia
invitada a su premiere en Acrópolis Caribbean Cinemas, que se gozó al extremo del aplauso y la
carcajada sobre todos sus chistes, sobre
todo por la interpretación de Oscar Pérez , pero los críticos de cine salieron
haciendo “bembita”, por sus defectos técnicos, la debilidad del guión, el nivel
estético en la imagen, las faltas de ortografía en títulos y la falta de un
criterio de dirección exigente y profesional.
La
cinta puede que guste a la gente popular, pero tiene debilidades que denuncian
la falta de tiempo de post.-producción.
La cinta presenta sus errores ortográficos en
los títulos que anuncian los talentos o que refieren locaciones (a menos que se
trate de un intento del director por hacer reir, agrediendo la gramática)
Lio de Falda
puede que le agrade al público popular, pero desafía a la crítica de cine
que se respeta. Habrá criticos que ni siquiera se van a referir a ella.
La comedia tiene su fuerte en los talentos, que de
conjunto hacen lo que pueden y más que eso, para darle brillo y trascendencia fílmica. Pero el problema
no esté en ellos sino en el resultado del conjunto.
De seguro
que le gustará al público popular, moldeado en su gusto por la “chistografìa
televisiva”.
Hay
actuaciones humorísticas realmente buenas, sobre todo el rol que desempeñan
Karla Hatton, Marielle Ricard, el
boricua inolvidable Raùl Carbonell, Elìas Caamaño y la pareja eje conformada
por los Rodríguez. Y es posible, si le “caen bien” al publico popular que se
produzca una cascada de promoción “boca a boca” que genere buenas entradas.
Pero sus
ventas tendrán nada que ver con su calidad, sacrificada por la ausencia de
criterio medido y profesionalmente impuesto sobre toda la presión y toda la
prisa que le amenazaban como Espada de Damocles.
Lío de falda se estrena con la
esperanza de que su carga humorística y el histrionismo popular, extremadamente
populachero, es una producción a la que le faltaron un mejor criterio de
dirección, un guión mejor llevado aprovechando más inteligentemente el tema
vendible que se tenia en las manos, más tiempo de post-producción a fin de que
no salieran siete veces en pantalla los micrófonos y quienes los manipulan, asì
como nueve errores ortográficos antológicos, incluyendo hasta la mala escritura
de algunos de sus talentos, como el de Phillip Rodriguez, quien es `presentado
como “Fillip”.
Los
créditos
Dirección y
guión: Miguel Vásquez.Producción:MV Films y J&NFilms, (Juan&Nelson).
Talentos: Oscar Pérez, Phillip y Fernándo Rodríguez, Raúl Carbonell, Mía
Taveras, Herbert Cruz, Elías Caamaño, Karla Hatton, Yamilé Sheker, Omar
Ramírez, Marielle Ricard.
Algunos de los más importantes críticos preferirán simplemente ignorarla
antes que embestir (como merece) contra sus fallos técnicos, las flaquezas del
guión y las torpezas que le
produjo al bien intencionado de sus director la falta del tiempo necesario para
post-producirla, dada la condición de que se le pasaba el momento adecuada para
su estreno y llegando a
puntos que se mueven entre lo hilarante y lo ridículamente inapropiado para el
cine.
La
película, innecesariamente, cae en su final en un panfletarismo, al
cualificar al gobierno constitucional que sucedió al de Hipólito Mejía,
discurso que sin necesidad se abre un frente, de gente que está en el
poder. No había que llegar a ese punto.
Hay chistes
que gustarán al público popular, a pesar de su mal gusto.
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