La memoria de los masacrados se ha mantenido en alto gracias a la Federación de Fundaciones Patrióticas |
Angelita
Trujillo, en su libro Trujillo, mi padre, explica cómo su hermano Ramfis,
decidió ejecutar el 18 de noviembre de 1961 por venganza a los Héroes del
ajusticiamiento del dictador, tomando la justicia por sus manos aplicándole la pena de muerte al pasarlos por
las armas, estando amarrados a palmas de coco en la Hacienda María, de Nigua,
San Cristóbal.
El secuestro de los héroes, eran Roberto
Pastoriza, Huáscar Tejeda, Pedro Livio Cedeño, Salvador Estrella Sahdalá,
Modesto Díaz y Tunti Cáceres, presos en el Penal de La Victoria, que
se produjo el 18 de noviembre de 1961, con la anuencia superior del entonces
Presidente Joaquín Balaguer y fue ejecutado por el mayor (PN) Américo
Dante Minervino, entonces director de la cárcel de La Victoria. Todos los
operativos fueron posiblemente a instancia directa del Servicio de Inteligencia
Militar (SIM), que lo presidía en 1961 el Coronel Roberto Figueroa Carrión. Los crìmenes fueron ejecutados de esta forma.
Asì se dejó abandonada la guagua celular de la policía en que fueron trasladados desde La Victoria hasta la Hacienda Nigua, luego de pasarlos por el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva. |
Participaron en el traslado en una vagoneta de la Policía Nacional y que
fuera solicitado por Ramfis, los agentes policiales Félix
Calderón, Fabriciano de la Cruz y Pedro María Romero Alcántara. Estos fueron
posteriormente asesinados por Dante Minervino y el segundo teniente
PN Antonio Marte Tejeda para eliminar testigos del secuestro y traslado. De
ellos, no dice nada Angelita en su justificación del crimen.
Joaquín Balaguer tuvo un papel permisivo frente a Ramfis y no actuó como mandatario que debìa respetasr los derechos humanos. |
De esta forma fueron masacrados los Héroes
de la Hacienda María. Angelita no los cita por
sus nombres sino que los clasifica como los “
los siete (SIC) conjurados para asesinar
…para asesinar al Generalísimo Trujillo, indica en las páginas 15 y 16 de su
libro, apunta que con esos hombres bajo prisión, Ramfis le pidió al doctor
Joaquín Balaguer, entonces presidente provisional, que “le dejara resuelto” el
tema de los acusados de matar a su padre.
La Federación de Fundaciones Anti-Trujillistas y el Museo Memorial de la Resistencia han sometido a la justicia el expediente contra los matadores supervivientes de los
héroes del 30 de mayo en Hacienda María.
La confesión de Angelita respecto del crimen múltiple
de Hacienda María, se produce con estas palabras: “Después que hermano saliera
del país, nadie aseguraría la continuidad del debido proceso judicial…Los
acusados habían declarado su participación conciente, con premeditación y
alevosía en la comisión de un hecho criminal. En vista de que solo la presencia
de Ramfis en el país, podía garantizar el cumplimiento del debido proceso
judicial, tenía en sus manos dos alternativas (SIC); 1 .Dejarlos en manos de la
impunidad, el indulto. 2. Dar cumplimiento a las leyes mediante una acción
judicial apresurada….”.
Angelita justifica el fusilamiento en Hacienda María
de siete hombres prisioneros, atados, con estas palabras “… una solución era la
de aplicar la Justicia Sumaria, en torno a cuya posibilidad explica: “…consistía en permitir que el peso
de la justicia cayera sobre los inculpados confesos criminales. Esta opción era la más indicada en vista de que la
aplicación de la justicia era un magnífico disuasivo contra la delincuencia y
la criminalidad y porque la aplicación de la justicia en forma sumaria, ofrecía la flexibilidad que
la premura que el momento exigía”.
Y cierra sus palabras de admisión de ese crimen,
diciendo: “En consecuencia (Ramfis) optó por la segunda opción. La
justicia los encontró culpables del
crimen ya confesado de haber participado
(SIC) en el asesinato del Generalísimo
Rafael Leonidas Trujillo, y como tal, fueron condenados a la pena capital, el
ajusticiamiento”.
Sobre la confesión la señora Angelita Trujillo, surgen
algunas consideraciones.
1.
Los héroes masacrados son
seis y no siete como afirma la autora.
2.
La pena de muerte nunca ha
existido en el país como pena impuesta
por la justicia.
3.
Angelita evita exponer la
forma y los detalles en que se ejecutó
lo que llama “justicia sumaria” usando un tinglado de términos que, invocando la
necesidad de justicia, enmascara lo sucedido: un asesinato múltiple de hombres
reducidos a prisión y atados, en nombre de la venganza personal.
4.
La muerte de esta forma de
los Héroes es la única admisión de un hecho de violencia contra opositores de
Trujillo.
5.
Los héroes del 30 de Mayo nunca fueron condenados por la justicia
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