¿Quién tiene mayores limitaciones: los seres que
consideramos “minusválidos” o el grueso del cuerpo social, invalidado casi
vergonzantemente por la incapacidad de
entender que todos tenemos deficiencias y limitaciones y lo único que varía es
la actitud frente a esas “minusvalías” y que el resto es “cháchara y paja para
la garza”?
La actitud mental cambia cuando se ha tenido la
experiencia de disfrutar de una presentación escénica que, entre príncipes,
duendecillos y ogros imaginados, a cargo del Grupo 7, una unidad artística formada por jóvenes
iluminados por la misión de transmitir, superando limitaciones relativas, un
mensaje de superación, de hermandad, de unidad de propósitos que sea ejemplo para una sociedad que no se
hace conciente de que limitados somos todos.
La presentación del espectáculo teatral, y que a nadie
se le ocurra medirlo por los 21 minutos que dura en escena por parte de
muchachos y muchachas con limitaciones motoras, sensoriales o intelectivas,
dirigidos por Paula Disla, una artista tan singularmente comprometida con las
razones cruciales del ser vía de la estética con contenidos deliciosamente
humanos.
La función fue esta vez en el acogedor Teatro Guloya,
mucho más pequeño que en la sala Máximo Aviles Bonda, donde se estrenó este Príncipe
en la primera semana del pasado mes de mayo, pese a lo cual, esta vez hubo un
encanto casi mágico, por la proximidad que permitió con el público.
Sobre el libreto de Daniel Jiménez Donastorg, uno de
los fundadores del Grupo y quien tiene parálisis cerebral, se dibuja un cuadro concebido como fantasía
pero que refleja una lucha tan intensa y real como el de la confrontación
eterna: el amor y el odio, el deseo de convivencia y armonía, frente a las
fuerzas que pretenden impedir que el amor despligue sus alas. Hermosa
referencia a la necesidad del afecto bien entendido, interpretado con sencillez
y limpia actitud por estos muchachos y muchachas, quienes, desde su entereza de
ánimo, hablan a una sociedad a veces mas incapaz de entender la capacidad infinita de darse de aquellos a
quienes considera inferiores en la escala caprichosa de quien sirve de algo y
quien no.
El equipo
está integrado por Adriana Bruno, Analie Trinidad, Daniel Jiménez Donastorg,
Frederich Abreu Urbáez, José Rafael Rijo Martínez, Alejandro Méndez Contreras,
Alberto Solano Morfe, Janibel Rondón Pascual y Francheska Espinosa Disla.
También actúan
Ana Isabel Victoria Herrera, Miguel
David Álvarez Valdez, Miguel Isaías Álvarez Valdez, Zail Bretón Alba, Cristian
Bello, Lia Pérez Santos y Sara Álvarez Valdez.
En lo técnico colaboran Edmundo Poy en la coreografía, mientras que la escenografía de Fidel López y la dirección general de Paula Disla.
1 Comentarios
Yo soy sie7e, madre de Adriana, orgullosa y feliz de ser tan dichosa de transcurrir este camino que llamamos vida acompañada por la luz inocente que posee mi hija.