Los Premios
Anuales de Literatura 2013 proclamados ya pasan a ser parte de la historia
literaria nacional.
Como cualquier
veredicto importante en el área literaria o artística, causan reacciones,
revuelo, reconocimientos, aplausos, observaciones y reflexiones.
¿Quiénes
ganaron? ¿Por qué obras y calidades ganaron? ¿Por qué ya no hay jurados
internacionales en los jurados, factor que le daba una garantía que elevaba
esos galardones por encima de las pasiones locales? ¿Quiénes son los ganadores menos conocidos, como el caso de Andrés
Merejo, ganador del premio de ensayo científico por su obra inédita La era del cibermundo.
Merejo, catedrático y científico gana su inédita e intensa investigación que requirió de más de dos décadas de labor sobre el rizoma cibernético que conforma un
panorama de cibersociedades, caracterizadas,
cibereconomía, el cibertrabajo, la cibercultura, la ciberpolítica y la
ciberdemocracia. Merejo, probablemente el menos conocido de los ganadores,
triunfó, con gracias a un a que aborda
las dimensiones filosóficas e históricas del mundo global. Se trata de un paradigma cibermundial que
funde lo tecnológico, lo científico y lo social.
Justicia necesaria a favor del poeta
Alexis Gómez Rosa, uno de los creadores poéticos
más integrales con que cuenta el país. Poeta de cuerpo entero, dedicado a la poesía
como expresión de vida e increíblemente sin tener aún el Premio Nacional de Literatura, gana el
Premio Nacional de Poesía Salomé Ureña Henríquez) con Máquina Olandera y otras olas de lava y
lanman.
Tony Raful, el más
reciente ganador del Premio Nacional de Literatura, en 2014, quien evidencia su
calidad como ensayista de la historia reciente. Premio Ensayo de
Investigación e Interpretación, ganó la obra “De Trujillo a Fernández Domínguez
y Caamaño”. Su galardón será muy celebrado. Raful no es
monedita de oro para todo el mundo literario. Tiene muchos adversores anónimos
que nunca dan la cara para analizar su obra. Tiene en su contra intereses personales, literarios y políticos
de por medio.
Farah
Hallal, con su imaginativo cuento Sábado
de Ranas, cuentista y poeta, nacida en Salcedo, recibe el honor literario. Ella es uno
de los valores en ascenso firme en literatura infantil, aun cuando su estatura
como poeta es una dimensión aún desconocida para el público. Esta semana recibió
el premio en el VI Concurso de El Barco de Papel y Editorial SM, con Un adiós
para mamá.
En
testimonio gana Rafael Molina Morillo, ganó con su testimonio “Mis recuerdos imborrables”. Se trata de un
periodista que abrió las puertas lo que era el periodismo responsable de
vocación libertaria. Enseñó lo que era el valor que pocos tenían en los medios
del sistema. Se expuso. Invirtió sus ahorros en crear la Revista Ahora,
primero, y El Nacional después.
Franklin Domínguez, el dramaturgo vivo más importante del
país, gana en teatro Prud’ Homme, la historia de una canción”. Un premio a su
constancia y calidad. Su primera obra teatral fue Éxodo" (1952), seguido de"El Vuelo de la
Paloma" (1952),"Alberto y Ercilia" (1953) y la antitrujillista
"Espigas Maduras" (1957).
Los
jurados
Pablo
Fernández, Manuel Matos Moquete, José del Castillo, Pedro Delgado Malagón,
Carlos Esteban Deive, Roberto Marcallé Abreu, Bonaparte Gautreaux Piñeiro,
Aquiles Julián, Andrés L. Mateo, Armando Almánzar, Iván García Guerra, Juan
Carlos Mieses, Olivier Batista, Brunilda Contreras, Filiberto Cruz Sánchez,
Jenny Montero, Julio Cuevas, Héctor Luis Martínez y Manuel García Arévalo. No
hay jurados internacionales como era
costumbre en la gestión de José Rafael Lantigua, factor que elevaba considerablemente el
veredicto por encima de las pasiones y diferencias locales que pudieran
cruzarse en el criterio final de evaluación.
¿Desierto?
En Novela
el jurado no encontró méritos en ninguna de las 41 propuestas. Es extraño. Se
trata del género literario mejor y más cultivado, pero los veredictos son
inapelables. Ese dictamen ha generado muchas interrogantes. La novela es
probablemente el género más y mejor cultivado en el país. Un jurado
sorprendente.
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