Un lío en dólares lleva 11 mil personas a 39 salas, pero...



La  hilarante comedia Un lío en dólares no ganará ningún premio de festivales internacionales que galardonan la calidad fílmica de arte,  ni será nominada al Oscar, pero lo que si resulta claro es que ha conectado con el público popular y clase media que  desde anoche hizo filas y llenó salas para verla.

No  es perfecta y tiene elementos que pudieron haber sido mucho mejores.

Los números en boletería, en base al día de estreno, indica que la asistencia  anoche jueves 14 fue de 11.012 personas que acudieron a las 39 salas que la mostraban, 28 de Caribbean Cinemas y 11 de Palacio del Cine.

Las filas anoche jueves 14 de agosto en sala 1 de Cinema Centro para ver Un Lío en Dólares.
Es un proyecto dirigido a grandes masas que desean pasar buen rato, lo que se logra, pero queda abierta la posibilidad  de que la experiencia pueda ser mejorada en el futuro, sobre todo en lo referente a la oralidad de los chistes. Tiene ese “lío” excelentes momentos de hilaridad de situación, pero hay que abandonar el camino resbaladizo del humor oral para densificar las tramas y hacer un cine de horizontes más universales. 



Acertado el  cromatismo comic, la gracia de la historia moralizadora y un respeto que se observa en manejo de cámara. El costo fue de 32 millones de pesos. Lo mejor  es su mensaje final cuaci-melodramático y archi-utilizado en cine, pero efectivo y preferible a otros finales marcados por la futilidad o el machismo rancio que a veces saca credenciales en las películas criollas.

La comedia dirigida por Francisco Disla, que presenta una  graciosa historia  familiar de un mensaje positivo sobre la real validez del dinero en  una sociedad consumista como la norteamericana, recibió el “placet” anoche en sus tandas de las 7 y 9 de la noche y en algunos cines, casi llenó las butacas, resultando previsible que alentará el mecanismo del “boca a boca”, el  más barato, inflexible de cuantos recursos tiene una película para determinar su éxito.


Las personas, al salir de la sala, mostraban complacencia, impulsada por las situaciones, personajes (sobre todo los de Manolo Ozuna y Phillip Rodríguez, la dos estrellas de constante apariencia sub-real en el filme), lo que no significa en modo alguno que estemos en presencia de una producción de cine que sea obra maestra ni mucho menos. Hay que destacar la labor de maquillaje.

Miguel Angel Martìnez , un actor de reparto que otroga valor
a la comedia Un Lìo en Dólares.
Ozuna y Rodríguez llegan con fuera al publico  los  “gags” chistes sugeridos a medias (como la referencia a Elvis Crespo en el baño del avión). Los dos personajes que hacen Manolo Ozuna y Phillip Rodríguez, con sus 26 cambios de vestuario y caracteres, se roban el show. Sus personajes son un experimento nuevo, hacen homenajes a películas, artistas y personajes simbólicos. Su química es uno de los factores que perdurará en la mente de la gente.

El elenco de Un Lio en Dòlares.
La cinta resulta interpretativamente coral de Johnnie Mercedes, (excelente ene l manejo de la voz, pero deseamos ya verlo en un papel de “bueno” de la película), Richard Douglas (creíble y enfático en su rol), Fausto Rojas,  Lumi Lizardo (con buena caracterización de una banileja pero que en oportunidades no se escucha con claridad). Miguel Alcántara logra excelente caracterización de humor, gracias a su intuitiva orientación al gesto y  Laura García Godoy, maestra de la actuación, es clase aparte. Miguel Ángel Martínez, efectivo y preciso en su rol de mafioso, vaya para èl el reconocimiento.

El Mata

Fausto Mata,  protagonista,  está bien, pero ese es el problema: no basta con que “esté bien”. El más importante de los cómicos del cine y la TV  tiene que profundizar mucho más en sus roles, evitar repetirse, obviar situaciones recurrentes. Incluso variar de géneros para evitar el encuadramiento previsible. Es un actor profesional, de carrera.

Por lo demás, cumplen sus papeles con brillo la chiquilla y fresca  Franchely Pintor,  Aquiles Correa, Hony Estrella Aquiles Correa, Pipe García, Hony Estrella, Tony Pascual, Julio Gassette (Boberto), Aquiles Correa.
A la altura que debió ser,  quedan Raúl Carbonell, -quien hace un homenaje a Ángel Muñiz y Luisito Marti por su Nueva Yol:

 Fellito:   “La gente se cree que  llegar a Nueva Yol es como llegar a la gloria”. 

El venezolano Julio Gassette (Boberto) de “Bienvenidos”, quienes facilitan con su presencia la apertura de las  salas de cine en sus respectivos países a esta producción quisqueyana.

Música, escenografía y maquillaje
Dos de los factores más positivos son la música y el maquillaje, la primera responsabilidad de la Sinfónica Juvenil del Conservatorio Nacional  y  la Kadmiel Acosta & Jalsen música. El maquillaje que deja lecciones a seguir, es responsabilidad de  Anny torres. Ese maquillaje debe ser tomado como modelo del avance local en esa tècnica.

La escenografía realizada en Estudios Quitasueño, implicó levantar un edificio de tres plantas en ladrillos simulados, locación en que también se levantaron los platos interiores.

Un lío en dólares funciona y tendrá impacto, tiene una magnifica fotografía,  su créditos iniciales en animación son de lo mejor que hemos visto, una buena dirección de arte (la más compleja realizada en Estudios Quitasueño) y una banda sonora principal interpretada por músicos de la Orquesta Filarmónica Juvenil de Santo Domingo, del Conservatorio Nacional de Música.

Disla, que proviene del género terror (El Hoyo del Diablo) acierta con esta comedia en la que se destaca el uso del vestuario, el maquillaje, actuaciones desternillantes de la risa. Sigue pendiente la asignatura de  actuación específica  para cine, sobre todo por el exceso de chistes orales de raigambre televisiva pero eleva sus calidades cuando vierte el humor de situación,  bastante bien logrado.

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