Lucy, del director francés Luc Bensson, con quien el
cine debía guardar respeto por haber entregado La Femme Nikita, León, la
desquiciante primera producción francesa
de ficción con el andamiaje de lo mejor de los efectos especiales El Quinto Elemento, es una truculencia que,
sobre la base de un trailler prometedor, al cineasta de inteligencia mediana,
dejará frustrado.
La cinta venderá mucho por su notable sabor de producción
de verano, con acción y efectos como atractivo, pero si se dice que un director
es tan bueno como su última película, hay que ir despojando a Luc Bensson, de sus
méritos del pasado.
Será una delicia para quienes gusten de esa combinación sincrónica de
ficción y efectos especiales, consustanciales con estas películas.
A Bensson se le sigue reconociendo su condición de
buen manejador de la imagen, del ritmo, de los pasajes pasados, de la elaboración
rápida de imágenes icónicas del medio ambiente para producir un discurso
ambiental que no necesita palabras, pero
esto no evita la decepción.
El trailler de Lucy simplemente no se compromete con
lo ofrecido y resulta ser derivación plagiaria de la obra de David Lynch y con unas notables
apelaciones , un tanto descaradas, a The Matrix, de Lana y Andy Wachowski, en
un descenso lamentable del premiado Luc Bensson que ya no es el mismo de La
Femme Nikita o de El Profesional (León), con Jean Reno.
El trailler traiciona al espectador al ofrecer un planteamiento atractivo y desvanecerse en la medida en que pasa la primera media hora de película para caer en un aluvión de efectos especiales tan innecesarios como apabullantes en el cumplimiento de la irracional inversión que persigue asegurar taquilla por la vía de la espectacularidad lograda en las computadoras.
Lynch peca ahora al
entregarse a facilismo
audiovisual que genera boletería pero que reduce el prestigio personal de un
cineasta que se ha dejado cercar los ingresos de la industria.
Actoralmente Scarlett Johansson, Morgan Freeman cumplen con
los papeles asignados tal cual ordena el mandato, mientras que resalta la caracterización
del jefe de banda que representa Choi Min-sik, excelente actor chino de carácter, pero ubicado en un papel ultra estereotipado, el malo malísimo piel amarilla de ojos rasgados.
Repetición de
estererotipos y vueltas sobre lo mismo.
Buena para pasar el rato. Y pare de contar.
SINOPSIS:
Una mujer obligada a ejercer de mula (de drogas) y que
adquiere poderes sobrenaturales cuando la bolsa de la droga se rompe y los
narcóticos entran en contacto con su cuerpo. Entonces, se convierte en una
máquina de matar, adquiere una memoria prodigiosa y la velocidad del rayo.
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